Pocas veces ocurre esto en el fútbol, pero en el Real Valladolid parecen abonados a vivirlo. El contrato de Álvaro Aceves, más en concreto la diferente interpretación que hacen la representación del jugador y el propio club, ha hecho que el joven arquero entienda que está en su derecho de abandonar el equipo –es lo que ha hecho de manera unilateral–, mientras que el equipo ya se plantea las acciones legales a tomar ante tal determinación. Lo explicamos.
Basándose en una serie de objetivos que los representantes del jugador entienden cumplidos, Aceves debería ser jugador del primer equipo de pleno derecho, lo cual llevaría aparejadas unas cantidades ya pactadas en cuanto a su salario, así como su correspondiente dorsal. Los abogados del Valladolid, por su parte, creen que no se dan tales condiciones, por lo que no han cumplido con las exigencia del guardameta. Pues bien, la lectura que hace la entidad pucelana lleva a que no consideren que deba estar en el primer equipo, lo cual hace a su vez que el jugador entienda que es libre.
Como decimos, no es un caso aislado en el Valladolid. En su momento ocurrió algo parecido con Iván Cedric y su cláusula de rescisión, mientras que con otro canterano como Miguel de la Fuente se acabó en los juzgados; y sí, ese es el camino que apunta a tomar el 'caso Aceves'.
Si bien se ha insistido en encontrar una solución que contentase a todas las partes, finalmente la decisión del arquero ha sido dejar de entrenarse con el plantel, algo que el entrenador, Paulo Pezzolano, explicó con estas palabras: "Se trata de un tema aparte, con la institución". Más allá de este corto análisis, la realidad es que Aceves está en un limbo que, como decimos, puede terminar por definirse en los juzgados.
El hecho de que sea un juez el que dictamine quien tiene razón es lo que destapa El Norte de Castilla, medio que recoge estas declaraciones de Domingo Catoira, director deportivo de la entidad. "El club está estudiando las medidas oportunas y legales que tenga que accionar". Esa es la declaración oficial y tal cual se lo han hecho saber al jugador después de que este comunicase por escrito que no iba a volver a entrenar.
Más allá de cómo termine todo, para el Valladolid es un golpe importante, ya que la única realidad a estas alturas es que han perdido a un jugador que llevaban formando 10 años y que era una de las grandes promesas del club.