Álvaro Palomo4 min lecturaLlegó a debutar la campaña pasada en el primer equipo de la Real Sociedad a las órdenes de Imanol Alguacil en la primera ronda de la Copa del Rey después de haberse criado en la cantera de Zubieta y disputar un total de 82 encuentros con la elástica del filial.
El meta Andoni Zubiaurre ejerció la campaña pasada de segundo portero realista por detrás de Álex Remiro, pero tan solo pudo actuar en dicho encuentro copero, porque en el resto el técnico apostó también por su hombre de confianza entre los tres palos.
Así las cosas, Zubiarre adoptó este rol después de haber sido titular indiscutible en la Real Sociedad B en su paso por Segunda división en la 21/22, si bien antes había sido cedido por una temporada en la Cultural Leonesa, en Segunda B, donde también disfrutó de un papel protagonista.
Así, tras un año prácticamente en blanco a la sombra de Remiro, el club donostiarra le dejó salir con la carta de libertad el pasado verano con rumbo al recién ascendido Eldense, en el que Zubiaurre esperaba hacerse con la titularidad desde el principio. Sin embargo, no fue así y comenzó como suplente de Guille Vallejo, uno de los grandes artífices de éxito de los alicantinos, si bien el entrenador, Fernando Estévez, decidió hacer un cambio en la portería tras ocho jornadas en las que encajaron 16 goles, y le dio la oportunidad a Zubiaurre a partir de la semana nueve de competición.
Una confianza que parecía que perduraría para lo que restaba de temporada, pues los números de goles en contra mejoraron en un principio, hasta el punto de que en sus siete primeros partidos de titular el Eldense solo recibió cuatro goles, lo que coincidió con la mejor racha del equipo en la competición.
No obstante, a partir del octavo partido del de Ordizia empezaron a torcerse las cosas y solo en tres duelo encajó siete goles, lo que provocó que el preparador del Eldense utilizara en la jornada 19, ante el Leganés, a su tercer portero esta campaña, en detrimento de Vallejo, que lo vio desde su casa, y de Zubiaurre, que volvía al banquillo y reiniciaba la pesadilla.
De esta forma, apostó por Álvaro Aceves en lo que podría tratarse de una decisión puntual para frenar la dinámica, pero lo cierto es que, tras el 1-1 en Butarque, este revés para el ex meta de la Real Sociedad se tornó en grave el pasado fin de semana, cuando Estévez repitió con Aceves y mantuvo en el banquillo a un Zubiaurre muy tocado por ser relegado nuevamente a un segundo plano. Un calvario que podría llegar a su fin si los tres goles encajados ante el Racing provocan un nuevo cambio de opinión en el técnico azulgrana.