At. Madrid
R. Madrid
El partido de Vinicius Junior en la noche de ayer en el Civitas Metropolitano fue seguido con lupa. El delantero brasileño del Real Madrid siempre está en el ojo del huracán por sus actuaciones extradeportivas. Son constantes sus piques con la grada o jugadores rivales y si en está ocasión enfrente está el eterno rival, pues el cóctel puede ser explosivo...El futbolista madridista no tuvo su mejor noche pero no por ello dejó de jugar a ese psicológico con sus rivales, aunque ayer el karma se lo acabó haciendo pagar. No fue sólo con los jugadores del Atlético de Madrid, también con el entrenador, un Diego Pablo Simeone muy caliente durante todo el partido en el área técnica y que no dudó en entrarle al trapo cuando, tras el empate de Joselu a poco del final, Vinicius lo buscaba en la banda para hacerle el gesto del '7' con los dedos, recordándole los cinco goles de la semifinal de la Supercopa de España más los dos de anoche, o posiblemente que él lleva el siete a su espalda, quién sabe lo que pasaría por la cabeza de Vinicius...
"A él lo tenés que echar", le decía Simeone al colegiado del encuentro, un Cuadra Fernández que acabó mostrando hasta diez cartulinas amarillas. A todo esto, el brasileño le hacia el gesto de llorón al técnico argentino, a lo que Simeone respondió con una sonrisa más que evidente... El propio Bellingham le pedía calma a su compañero, señalándose la sien con ambos dedos índices. También se lo recordaron Modric y Nacho por su excesiva celebración en el empate a uno, cuando el brasileño ya tenía una cartulina amarilla por protestar.
Pero no quedo ahí la cosa, 'Vini' también se las vio con Witsel, Mario Hermoso o Rodrigo de Paul, mientras que Ancelotti le pedía visiblemente enfadado que se dedicara a jugar. El 2-2 lo celebró señalándose el escudo y mirando desafiante a la grada, y eso que no lo marcó él sino su compañero Joselu. Pero lo más increíble de todo sucedió cuando Vini estuvo a punto de marcar un bonito gol con el recurso de la espuela, aunque Oblak tapó bien su remate. Las cámaras de la realización captaron como el propio Vinicius se decía a sí mismo: "Soy muy bueno, ¡madre mía!".
Sin embargo, el brasileño acabaría siendo retratado por Griezmann en la jugada decisiva de la prórroga. El delantero galo se marchó de Vinicius como ��ltimo hombre para plantarse ante Lunin algo escorado por con la calidad suficiente para hacer el 3-2 con un zurdazo inapelable. Un gol que Vinicius vio en primera línea y que no se podía creer porque el karma se lo había hecho pagar.