Kylian Mbappé, al fin, ha cumplido su sueño. El delantero, tras siete años de rumores y especulaciones, se marchó al Real Madrid este pasado verano, abandonando un PSG en el que sus últimos meses fueron de todo menos sencillos. No hay que olvidar que, en un momento dado, su técnico, Luis Enrique, no le alineaba, algo muy llamativo, teniendo en cuenta que el internacional francés era la gran estrella de la escuadra de la capital del país vecino. No solo se produjo esta situación, hubo varias cosas que tensaron sobremanera la relación del punta con Nasser Al Khelaïfi, presidente del conjunto parisino.
Tal y como desvela L’Équipe, se produjeron diferentes encontronazos entre las dos partes en los últimos meses. Después de que Mbappé mandara la famosa carta en la que dejó claro que no iba a renovar con el PSG, la relación se fue agrietando rápidamente. Todo empieza en febrero, cuando le pidió el jugador a su presidente una reunión en privado, en la que le transmite que no iba a firmar un nuevo contrato con la entidad, por lo que su intención era marcharse. Esto no le hizo ninguna gracia a Al Khelaïfi, quien le llegó a advertir que no ficharía por el Real Madrid, el gran deseo del jugador desde su infancia. En este punto, hay que tener en cuenta que el máximo dirigente le recordó a su estrella que aceptó ‘perdonar’ 55 millones de euros entre primas y salarios, el famoso compromiso al que llegaron en agosto.
Después de esto, la idea del presidente era que Mbappé no volviera a jugar con el PSG, una medida inédita e insólita. Luis Enrique, en medio de esta tensión, sí que redujo los minutos del delantero, pero no hizo caso a su presidente, ya que sí que le hizo saltar al terreno de juego hasta final de temporada, momento en el que el jugador anunció que no iba a continuar en la capital de su país natal.
Después de esto, la tensión entre ambos era casi insoportable, hasta el punto de que el propio Mbappé rechazó una reunión con el que fue su presidente. Su idea era evitar lo sucedido en 2022, cuando, después de toda la presión que se puso sobre él, no solo por parte del PSG, sino también de Francia, para que se quedara, terminó renovando.
Otro de los puntos culminantes se produjo en el encuentro de la última jornada de la Ligue 1, cuando el presidente del PSG le ordenó a Luis Enrique que no convocara al hermano de Mbappé, Ethan, y que no volviera a hacerlo. Cuando le vio llorando en el vestuario, el jugador tuvo una agria disputa con el ejecutivo, dejándole claro que no iba a perdonarle ni un solo euro de los 55 millones que había acordado no recibir, iniciando así el conflicto que perdura hasta el día de hoy.