Take Kubo vuelve a llamar a la puerta del Real Madrid (y sin tocar al timbre). El habilidoso jugador japonés no es dado a gritos, más bien su educación -tanto fuera como dentro del campo- es exquisita. Sin embargo, su fútbol no entiende de silencios; es más, en una sola semana ha hablado alto y claro en dos de los escenarios más rutilantes del balompié: Camp Nou y Santiago Bernabéu.
En Barcelona, donde se jugaba el pase a las semifinales de la Copa del Rey, no consiguió el objetivo, pero ello no fue impedimento para que brillase sobre el verde. Ya en Chamartín, vistiéndose de corto ante ese equipo que confió en él cuando era poco más que un niño, no solo replicó tan buena actuación, sino que dio un paso más para volver loca por momentos a la zaga merengue. Resumiendo: no pasó desapercibido.
Con tal carta de presentación, no extraña que su nombre haya regresado al radar del Real Madrid. Los blancos lo vendieron a la Real Sociedad entendiendo que era lo más apropiado en verano. Se trataba de una operación ventajosa, ya que ingresaban seis millones de euros y se reservaban un 50% de la plusvalía de una futura venta. El plan parecía claro, pero el enorme paso al frente dado por el nipón en lo que llevamos de temporada ha hecho que en las oficinas de la Castellana levanten las oreja y echen un ojo -sin prisas- a las opciones para el que sería el retorno de un chico por el que siempre han sentido debilidad.
Metidos en esa tarea, y siendo un club que no da puntada sin hilo, el Madrid se guardó una opción de tanteo en caso de que el joven media punta creciese tanto como para que su regreso se viese como el paso idóneo a dar. En este sentido, cabe reseñar que el ahora jugador donostiarra tiene una cláusula de rescisión de 60 millones de euros. Sin embargo, seguramente sería una cantidad a negociar dada la fantástica relación que guardan ambos clubes; no en vano el propio presidente de los txuri urdin, Jokin Aperribay, agradeció al conjunto madridista las facilidades dadas para poder cerrar el fichaje de Kubo.
¿Queremos decir que el retorno de Kubo es inminente? No, pero la realidad es que en la gerencia del Madrid están siguiendo de cerca la evolución de un jugador que podría formar parte de un conjunto que, tal y como comentó Carlo Ancelotti, está viviendo un momento de transición generacional sobre el verde. Kubo tiene solo 22 años. Está a tiempo de hacer de la capital de España su centro futbolístico.