Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, no estará presente en el partido Barcelona - Real Madrid que se disputa este sábado después del tuit de Miquel Camps, portavoz del Barcelona, que le dedicó a Vinicius, jugador del Real Madrid, por sus bicicletas en el partido de Champions contra el Sporting Braga. Unas palabras sobre las que también ha hablado Xavi Hernández, entrenador del Barcelona, quien ha querido bajar la tensión que se está viviendo antes del encuentro.
Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, ha decidido no asistir al partido que disputará su equipo contra el Barcelona después de que Miquel Camps, portavoz del Barça, afirmara que Vinicius era un payaso por hacer unos bicicletas contra el Sporting Braga. Unas filigranas que no gustaron a los jugadores del equipo portugués que le pidieron al extremo brasileño que parara.
"No es racismo, se merece una colleja por payaso y vacilón. Qué representan estas bicicletas innecesarias y sin sentido en el centro del campo", escribió en la red social X, antes conocida como Twitter, Miquel Camps, portavoz del Barcelona.
Sobre esas palabras de Miquel Camps, portavoz del Barcelona, sobre Vinicius Junior, delantero del Real Madrid, ha hablado Xavi Hernández en la rueda de prensa posterior al partido que el Barcelona ha ganado al Shakhtar en Champions League. "Si lo borró, ya nos quedamos con eso. Lo ha borrado. Lo que genera tensión no me gusta. Ni que se condicione a los árbitros. Ya dije que me gustan los Clásicos con respeto y admiración mutua. No seré yo quien genere esta tensión". No se ha quedado ahí Xavi Hernández, quien también ha hablado sobre la no presencia de Florentino Pérez en este partido Barcelona - Real Madrid. "Si me preguntáis por esto ya generamos tensión", ha argumentado del técnico catalán que ha optado porque se hable más de fútbol que por asuntos extradeportivos.
Unas declaraciones públicas, que luego borró y de las que se ha disculpado, que no mejoran las relaciones entre Real Madrid y Barcelona que últimamente están muy desgastadas, a pesar del abrazo entre Joan Laporta, presidente del Barcelona, y José Ángel Sánchez, director general del Real Madrid, en la Asamblea General de LaLiga celebrada esta semana. El Caso Negreira y la rivalidad deportiva está dinamitando una relación en la que hay intereses comunes pues no hay que olvidar que Real Madrid y Barcelona son de los pocos equipos que está luchando por el proyecto de la Superliga.