Ha jugado 44 temporadas en Primera división, pero el Real Racing Club de Santander atraviesa en las últimas décadas por el desierto. En 2019, después de cuatro campañas en la otrora Segunda B, retornó al fútbol profesional propiamente dicho, la Categoría de Plata, pero volvía a descender un año más tarde para retornar definitivamente en 2022. La temporada pasada terminó en mitad de la tabla y, de nuevo con José Alberto López al frente, está firmando una primera parte de curso 23/24 prometedor. De hecho, arrancó bien y 'coqueteó' con la zona noble, de la que se descolgó en un inicio de noviembre malo, con eliminación copera ante el Zamora CF incluida, pero los cántabros se han levantado a lomos de Iñigo Vicente, Juan Carlos Arana o 'Peque' Fernández. Dos triunfos solventes ante Levante UD y Villarreal CF B devolvieron la ilusión a los blanquinegros, frenada levemente con los empates ante CD Mirandés y Real Oviedo.
El 2-2 de este domingo en los Campos de Sport de El Sardinero, con todo, incluyó una acción insólita que todavía podría acarrear problemas al anfitrión, si bien el colegiado del encuentro, el valenciano Caparrós Hernández, no ha incluido nada en el acta. De hecho, el apartado de incidencias de público recoge el clásico "normal" con el que se rellenan los huecos en blanco cuando nada ocurre. Pero sí ocurrió algo, relativamente grave, además. En el vídeo viral de un aficionado del Racing se observa cómo un espectador, visiblemente ebrio, salta al césped tras dialogar con alguien que está en él y que no sale en el plano para golpear e introducir en el terreno de juego un balón, coincidiendo con el ataque en que Marco Sangalli deja de espuela al bigoleador local, 'Peque' Fernández, para que éste cruce a la red el momentáneo 1-1. Junto al córner, el energúmeno burla a la seguridad privada e invade el verde.
El tanto sube al marcador y el citado hincha santanderino es conducido de nuevo a su sitio, aunque la acción se desarrolla con dos pelotas sobre el campo. Claro está que no entorpece ningún lance ni afecta a los participantes, si bien bordea el reglamento. Hasta el momento, no han trascendido denuncias ni reclamaciones desde las filas carbayonas. En las imágenes de la retransmisión de Movistar Plus, justo abajo de este texto, se observa la jugada y, al fondo, junto al córner, la increíble invasión de campo. Muchos tuiteros censuraban la labor de los encargados de mantener el orden en el recinto cántabro y en el despiste por no estar mirando a la grada, sino al juego, aunque en esta ocasión no hubo daños que lamentar, entre otras cosas porque el invasor iba a una velocidad reducida, precisamente por no encontrarse en el mejor estado de salud.