La prohibición de la Real Federación Española de Fútbol sobre la participación en la categoría de bronce del fútbol español sin un terreno de juego con césped natural ha generado un intenso debate en el ámbito futbolístico. Equipos como el AD Ceuta FC se vieron obligados a buscar alternativas temporales ante esta medida durante el principio de la presente temporada, jugando encuentros fuera de su estadio y en terrenos no adecuados para la práctica del fútbol.
Sin embargo, hay indicios de que esta normativa podría sufrir modificaciones en un futuro cercano. El presidente de la Federación Catalana de Fútbol y responsable de Primera Federación, Joan Soteras, adelantó la posibilidad de permitir nuevamente el césped artificial en la categoría de bronce, siempre que cumpla con estrictas normas de calidad y esté homologado por la UEFA, durante una entrevista al 'Diari de Tarragona'.
El presidente dejó claro que no se trata de permitir cualquier tipo de césped artificial, sino de aquel que cumpla con los estándares más exigentes. El césped artificial homologado por la UEFA deberá someterse a auditorías periódicas para garantizar su calidad y se exigirá que el campo esté en óptimas condiciones para la práctica del fútbol.
Además, se especifica que el campo no podrá estar rallado con líneas de fútbol 7, sino que deberá ser exclusivamente para partidos de fútbol 11, lo que garantiza un terreno de juego adecuado para la competición.
Esta medida podría ser una respuesta a los constantes problemas que enfrentan algunos equipos debido al lamentable estado de los terrenos de juego en la categoría de bronce. Muchos campos presentan un aspecto más cercano a los patatales que a un césped de calidad, lo que afecta negativamente al desarrollo de los partidos y pone en riesgo la integridad de los jugadores.
Además de la cuestión del césped artificial, el presidente también abogó por revisar la exigencia de capacidad de espectadores en los estadios. Actualmente, la normativa establece una capacidad mínima de 5.000 espectadores en la Primera RFEF, una cifra que muchos equipos no pueden alcanzar. Se plantea la necesidad de ajustar esta normativa para adaptarla a la realidad de los clubes, permitiendo un número menor de espectadores en los estadios.
La posible vuelta del césped artificial homologado por la UEFA a la categoría de bronce del fútbol español podría ser una solución viable a los problemas actuales relacionados con la calidad de los terrenos de juego. Junto con otros cambios propuestos, podría contribuir a mejorar las condiciones de la competición y garantizar un desarrollo más justo y seguro para todos los involucrados.