La derrota del Deportivo en el Stadium Gal contra el Real Unión frenó su reacción y provocó una crisis de la que el equipo trata de recuperarse durante esta semana después de la rajada protagonizada por Fernando Soriano, que señaló directamente al vestuario por la pésima imagen ofrecida en tierras irundarras.
El director deportivo criticó con dureza la actitud de los futbolistas sobre el césped. "A partir del 2-0 el equipo se ha rendido, no nos lo podemos permitir. Puede haber resultados adversos, pero el luchar, pelear por dar la vuelta, no puede faltar. Y a partir del 2-0 ha hecho que bajemos los brazos", indicó Soriano, que les recordó la grandeza del club en el que están aunque ahora milite en la tercera división del fútbol español, la Primera RFEF.
"Somos el Dépor, representamos un club grandísimo. Como club no podemos actuar así, es la reflexión que debemos hacer. Actuar en consonancia con ello, juntarse más que nunca, apretar…", indicó el director deportivo, que en estos días ha tenido una réplica por parte de los jugadores, que, para detener la sangría, han optado por entonar el 'mea culpa' y liberar de cualquier responsabilidad al técnico, Imanol Idiakez.
Así, el centrocampista Diego Villares le dio la razón a Soriano y aseguró que bajaron los brazos antes de tiempo, señalando que será la última vez que pase. "Nos rendimos antes de lo que deberíamos, sabemos que no se puede volver a repetir", señaló el canterano, que reveló que se ha producido una conversación dentro del vestuario para no ofrecer nunca más esa imagen. "En el vestuario notamos que la gente está dolida por el resultado y las sensaciones. Pudimos hablar de todo, nos sirvió para intentar olvidar este último partido y crecer", indicó esta mañana Villares, siguiendo los pasos de Pablo Vázquez, que se expresó en la misma línea, e incluso con algo más de dureza.
"Bajamos los brazos, no podemos estar en el campo como alma en pena", comentó el central, al que le cuesta entender lo que les sucedió. "Cuando arrancamos el partido vi al equipo muy bien. Tuvimos fases muy buenas, incluso tras recibir el 1-0. Pero el segundo gol nos hizo mucho daño. La realidad es que bajamos los brazos. ¿La explicación? Estamos en lo de siempre, la mente. No tengo explicación. ¿Bajamos los brazos? Sí. ¿Es inadmisible? También. Lo único que no podemos hacer es estar en el campo como alma en pena", espetó Vázquez, que exime de toda culpa a Idiakez.
"El entrenador está haciendo un gran trabajo. Cuando las cosas no salen no podemos mirar siempre al mismo sitio. El fútbol debe tener un poco más de consideración. Los que jugamos somos nosotros. El míster está haciendo lo posible. Hemos padecido muchas circunstancias que él no controla", aseguró.