Empate en el estreno de Jorge Sampaoli como entrenador de un Sevilla FC al que hay que reconocer que ha despertado en poco más de 48 horas. Con mucho trabajo psicológico y varias decisiones tácticas, el argentino ha hecho más corto a su equipo hasta que gane la suficiente confianza como para que rebrote la calidad que tiene. Empezaron mordiendo los nervionenses, que se adelantaron enseguida y tuvieron un par de ocasiones claras más para sentenciar, pero el paso atrás de la reanudación, dando por bueno el 1-0, supuso un riesgo castigado por Vesga en la recta final. De todas maneras, Lamela y José Ángel tuvieron la victoria en pleno alargue, con el amateurismo reapareciendo para dotar de locura y electricidad a los locales, precisamente lo que tratará de inculcar su nuevo míster con el paso de las semanas.
Había muchas de ver el estreno de Marcao, amén de cierta desconfianza por su estado físico. La pareja que formó el brasileño con Nianzou cumplió la encomienda del re debutante Sampaoli de atraer la presión rival y, aunque el ex del Galatasaray erró en su primer pase, el choque no pudo empezar mejor para los anfitriones, que se adelantaron antes del cuarto minuto, tras un rápido saque de banda y una gran llegada hasta la línea de fondo de Montiel, que la dejó atrás para Dolberg, que no controla, pero la deja muerta para que Óliver Torres apuntille. Incluso, Unai Simón evitaría a renglón seguido que el un derechazo cruzado del Papu se convirtiera en el segundo. El arreón inicial de los blanquirrojos no sólo fue exitoso, sino que la sensación general de superioridad resultaba contundente. Isco no llegó por poco en plancha a un buen servicio de Alex Telles, confirmando el cambio anímico del equipo.
Llegando al ecuador, los de Valverde consiguieron equilibrar un poco la contienda, hasta el punto de que Álex Berenguer tuvo el empate en una acción fruto del juego directo que terminó desviando con la yema de los dedos Dmitrovic, que atajó en el 28 un centro-chut de Nico Williams, tras marcharse como Pedro por su casa de dos rivales, al que no llegó por poco su hermano. Los protagonistas de la ocasión inicial del Athletic volvieron a comparecer en el 34, con caída del extremo visitante ante el portero serbio. Se revisó en el VAR un posible penalti, aunque se antojó más falta de pericia del atacante que otra cosa; su posición ilegal acabó con cualquier debate. Y Unai Simón volvió a cruzarse en el camino entre el Papu y el gol, tras un gran pase interior de Montiel a su compatriota.
En la reanudación no hubo cambios de partida, aunque sí a nivel táctico. A simple vista, Gudelj aumentó la nómina de centrales y Óliver centraba su posición para acompañar a Jordán, con Isco y Papu como interiores más que extremos. Una invitación a venir para los vascos, que recogieron el guante: Muniain gana un salto de manera inesperada a Nianzou para cabecear muy cerca de la base del poste, mientras que la aventura en solitario de Lekue terminaría con un disparo alto desde cerca. Iñaki Williams erraría al filo del cuarto de hora un remate a priori ventajoso, aunque para entonces Sampaoli ya había introducido cuatro cambios, reubicando a varios futbolistas, entre otros a un Alex Telles que pasó de lateral zurdo a mediocentro.
Se aculó un tanto el Sevilla, deseoso de amarrar el triunfo, corto pero valiosísimo desde el plano anímico, planteando a los de Valverde un intercambio de golpes que originase espacios para la hipotética sentencia al contragolpe que no llegó en el ecuador de esta fase, pese al centro de Montiel que Unai Simón impedía que llegase hasta En-Nesyri y en la dejada atrás de Óliver para el derechazo ajustado del Papu. Era un riesgo, claro, y el Athletic se aprovechó: despeje en corto y al centro de Gudelj para que Vesga, con un zurdazo sin dejarla caer, bata a Dmitrovic por bajo. Tocaba volver a remar, aunque los visitantes apretaban igualmente en pos de la remontada: al disparo bloqueado al marroquí llegó otra acción similar, con los Williams de protagonistas. Nico propició el paradón del cancerbero balcánico con los pies a falta de diez para el epílogo, con lo que la prioridad empezaba a ser no perder.
Iñaki, en el 87, cabeceó absolutamente solo en el corazón del área pequeña a pase de Muniain, pero, afortunadamente para los intereses sevillistas, el remate se fue alto, como el posterior de zurda de Raúl García en posición igualmente ventajosa. Pedían el final con insistencia desde la grada y la banda, aunque, paradójicamente, anduvo más cerca en el alargue el 2-1 que el 1-2: Ander Herrera vio la roja por derribar al borde del área a un Lamela que estaba a punto de remachar a la red un mal despeje de Iñigo Martínez; el propio argentino lanzó la falta, provocando un córner que ni Delaney (la dejó de cabeza desde el suelo) ni José Ángel pudieron apuntillar ante Unai Simón.
FICHA TÉCNICA.-
Sevilla FC: Dmitrovic; Montiel, Nianzou (José Ángel Carmona 56'), Marcao, Alex Telles (Delaney 71'); Gudelj, Joan Jordán (Acuña 56'); Isco (Lamela 60'), Papu Gómez, Óliver Torres; y Dolberg (En-Nesyri 60').
Athletic Club: Unai Simón; De Marcos, Yeray, Iñigo Martínez, Lekue; Dani García (Vesga 56'), Sancet (Ander Herrera 56'); Nico Williams (Morcillo 88'), Muniain, Álex Berenguer (Raúl García 74'); e Iñaki Williams.
Árbitro: Gil Manzano (extremeño). Roja directa al vizcaíno Ander Herrera (94'). Amarillas a los locales Isco, Alex Telles, José Ángel Carmona, Acuña y Jorge Sampaoli (entrenador).
Goles: 1-0 (4') Óliver Torres; 1-1 (73') Vesga.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la jornada 8ª de LaLiga, disputado en el Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán de la capital hispalense ante 36.502 espectadores.