Álvaro Palomo4 min lecturaLas lesiones se convierten en una auténtica pesadilla en la trayectoria de muchos futbolistas hasta el punto de que, cansados de encadenar una tras otra, acaban tomando la drástica decisión de abandonar el fútbol de manera prematura aunque, obviamente, no entrara en su hoja de ruta como pofesional.
La última víctima de este calvario físico ha sido la carrera como profesional de Jorge Franco Alviz, más conocido en el mundo futbolístico como Burgui, que ha anunciado que cuelga las botas más pronto de lo esperado lastrado por problemas físicos que no le han permitido continuar en activo. Este lastre le ha obligado dejar el fútbol mucho antes de lo previsto, a los 30 años de edad, cuando todavía le quedaba por delante varias temporadas por delante para seguir exhibiendo sus cualidades.
Y es que el extremo extremeño se retira después de haber disputado la cifra redonda de 100 partidos en Primera división y participado en un total de 238 encuentros oficiales a lo largo de una trayectoria prolífica en la que alcanzó un alto nivel y estuvo en la agenda de equipos importantes. No en vano, Burgui marcó 28 goles y sirvió 27 asistencias, reflejo de que no pasó ni mucho menos desapercibido.
Burgui ha anunciado la noticia tras milita en en el HNK Sibenik de la primera croata, equipo al que llegó tas desvincularse del Alavés. "Debido a las varias lesiones de rodilla no podía seguir jugando y compitiendo al alto nivel, me rompí el cruzado, luego una lesión de cartílago, después una infección", señaló en la televisión extemeña el del Burguillos del Cerro, que reconoce que no ha sido nada sencillo tomar esta decisión: "Es un palo dejarlo, pero he cumplido mi sueño de niño, he sido un niño con suerte. Siempre he tenido a mis amigos, familia y pareja conmigo, así que me doy por satisfecho, estoy muy contento por lo que he conseguido".
Burgui recaló joven en la cantera del Real Madrid y destacó en el Castilla, donde disputó 74 partidos con un saldo de 12 goles y 19 partidos, lo que no le sirvió para debutar en el primer equipo a pesar de que entró en algunas convocatorias. Salió cedido una temporada al Espanyol (30 encuentros, dos goles y tres asistencias) y luego militó en el Sporting, en el que también disfrutó de protagonismo con dos dianas y cuatro pases de gol en 34 duelos.
Se asentó en el Alavés
Sin embargo, en el club en el que echó raíces fue el Alavés, que pagó tres millones de euros al Real Madrid y lo tuvo en sus filas duante tres temporadas para jugar un total de 49 partidos, con un bagaje de dos goles y tres asistencias. En el mercado invernal fue cedido al Zaragoza, su último equipo en el fútbol español antes de marcharse a Croacia.