Luisma Sánchez3 min lecturaNo es porque aún no hayan acabado los San Fermines, ni mucho menos, pero la afición osasunista ya está deseando de conocer cuáles serán el siguiente fichaje. Tras una gran temporada pasada, ahora el equipo se quiere reforzar con más calidad, han llegado Aitor Fernández y Rubén Peña, dos veteranos con gran experiencia y calidad en Primera división.
El presidente Luis Sabalza ya dejó bastante claro hace unas semanas cómo sería y cómo es la política de fichajes de Osasuna: tan solo puede llevar la batuta con sus jugadores. El Diario de Navarra habla de un posible efecto dominó en cadena de varios equipos de Primera división, lo cual nos hace augurar un final de mercado interesante y apasionado.
El gran problema del mercado es el capital de los equipos que tanto han sufrido por la pandemia. Osasuna no forma parte del todo de este club, sin embargo es consciente de que se deben dar ciertas salidas para poder comprar y viceversa.
Un ejemplo claro podría darse con el interés de los rojillos en Ez Abde. Tras producirse el fichaje de Raphinha y dar por sentada la renovación de Dembelé por las palabras de Laporta, el canterano marroquí del FC Barcelona no tendría hueco en el primer equipo y quizás jugar en el filial se le podría quedar corto. Todo lo que sea una evolución para sus canteranos el Barça lo vería con muy buenos ojos.
Sobre el caso Moncayola y las salidas, el Osasuna no está dispuesto a entender sobre efectos dominó ni nada que se le parezca. Su presidente, Luis Sabalza, lo dejó bastante claro durante la celebración de las elecciones a la presidencia del Athletic de Bilbao. “La dirección deportiva está preparada para todo, pero no hemos pensado en ingún sustituto de Jon porque nunca lo hemos visto fuera de aquí”, decía el presidente de Osasuna.
El poder de Osasuna no es el mismo que el de otros equipos de Primera división y por supuesto de Europa, eso todo el mundo lo sabe. Por eso, este proceso de espera es tanto necesario como obligado, aunque muchos osasunistas quieran refuerzos ya. Como si de una partida de ajedrez se tratase, el Osasuna está a la espera de la siguiente ficha que se mueva del rival para poder hacer el jaque mate final.