Alberto Gálvez5 min lecturaLa derrota en el Camp Nou (1-0) ha dejado notas muy positivas para Osasuna. Pese a marcharse de vacío de la Ciudad Condal, los rojillos demostraron una vez más de qué pasta están hechos y por qué están cuajando una temporada tan sobresaliente como esta. No es casualidad que se hayan colado en la final de la Copa del Rey este año. Es fruto de la creencia en su entrenador, Jagoba Arrasate.
Ante el líder, los navarros volvieron a impartir una clase magistral de todos los conceptos defensivos que tiene el fútbol: coberturas, basculaciones, anticipaciones, marcajes, despejes, desvíos, etc,. Noventa minutos defendiendo y sesenta y cinco de ellos con un jugador menos sobre el césped. Ni siquiera la expulsión del canterano Jorge Herrando, quien se estrenaba en LaLiga, pudo con el espíritu y la fe inquebrantable de un equipo forjado para partidos como estos. Donde lo imposible se ve al alcance de la mano fruto del tesón y el trabajo colectivo.
Hasta nueve cambios hizo el técnico rojillo respecto al último partido para repartir minutos entre sus hombres antes de la cita copera en Sevilla. Y el experimento no le pudo salir mejor. Al menos, para su afición, que se marchó a la cama con la firme sensación de que su equipo está hecho para competir con los grandes. Juegue el que juegue. Y por culpa de las rotaciones, en estos cuatro días que restan para que ruede el balón en el Estadio de La Cartuja, Arrasate va a tener que resolver casi a cara o cruz el gran debate que lleva existiendo en su equipo toda la temporada: ¿Sergio Herrera o Aitor Fernández?
Cualquiera que haya visto por primera vez a Osasuna hoy ante el Barça, no podría pensar otra cosa que la presencia de Aitor en el once navarro el próximo sábado es indiscutible. Sin embargo, en los dos partidos ligueros frente al conjunto madridista Arrasate puso a Herrera. Y en el Bernabéu sacaron un empate (1-1). El guipuzcoano ha sacado de quicio a los Lewandowski, Dembelé, Pedri y compañía con una actuación memorable que ni siquiera el gol de Jordi Alba ha podido empañar. Pero antes de que el balón rodara en el Camp Nou, debido a tantas rotaciones, todo hacía apuntar a que sería el de Miranda de Ebro quien defendería la portería en la capital hispalense. Ahora y con las estadísticas de ambos casi igualadas en el presente ejercicio, el mar de dudas que debe haber en la cabeza del técnico rojillo debe ser más aún más inmenso todavía.
Jagoba Arrasate atendió a los medios de comunicación en la rueda de prensa tras el encuentro frente al Barça y no pudo esconder su sentimiento de satisfacción pese a la derrota. Sobre todo, por cómo ha competido su equipo cuando todos pensaban que estarían con la mente puesta ya en un día tan señalado como el de la final de la Copa del Rey: “En el vestuario hemos hablado de dos cosas. Primero, del orgullo que supone defender así una camiseta. Y, lo segundo, que estamos preparados para el sábado y ahora sí que tenemos que pensar en el sábado. Hasta ahora no y hoy hemos demostrado que estábamos pendientes del partido de hoy, pero ahora ya tenemos que recuperarnos y vivir en su máxima expresión ese partido del sábado porque para levantar ese título necesitamos no solo jugar bien, sino jugar con alma y con nuestros aficionados”.