Rafa Cala3 min lecturaA poco menos de dos semanas para que comience el Mundial de Qatar 2022, la polémica ha vuelto a llamar a la puerta de la Copa del Mundo por las declaraciones que se han dado en las últimas horas y que ponen en duda que el país arábigo sea un lugar adecuado para celebrar un evento que apuesta por la unión de los pueblos y el respeto entre las personas. Las palabras las ha dicho Khalid Salman, ex jugador de la selección de Qatar y embajador del Mundial 2022. Khalid Salman ha argumentado las razones por las que la homosexualidad será perseguida durante el Mundial de Qatar 2022, tal y como ocurre en el país siempre, ya que la libertad sexual no está permitida al igual que los derechos del ciudadano están limitados, dado que Qatar es una dictadura.
"La homosexualidad es haram. ¿Sabes lo que significa haram (prohibido)?", añadió. Cuando se le preguntó qué era haram, Khalid Salman señaló: "No soy un musulmán estricto, pero ¿por qué es haram? Porque causa daño a la mente", aseguró Khalid Salman en una entrevista a la cadena alemana ZDF quien emitirá un reportaje antes del inicio de la competición
No se quedó ahí el embajador del Mundial, quien afirmó con rotundidad que quien pise su país tendrá que respetar sus reglas de convivencia. "Durante la Copa del Mundo, sucederán muchas cosas aquí en el país y tendrán que aceptar nuestras reglas. La homosexualidad es una desviación mental". finalizó.
No es la primera vez que se ve envuelta la organización del Mundial de Qatar en una polémica de estas ya que siempre ha afirmado que ciertas actitudes y comportamientos se perseguirán ya que no son compatibles con su forma de ver la vida. Un estilo que choca frontalmente con la visión occidental. Los ciudadanos europeos o de país democráticos tendrán que adaptarse a las circunstancias de Qatar si viajan al país arábigo a ver algún partido si no quieren correr el riesgo de tener problemas indeseados.
Por estos motivos, entre otros, políticos españoles como Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, ya advirtió que no cedería espacios públicos para que los aficionados de España siguieran el Mundial de Qatar, ya que hacer cobertura del mundo sería respaldar a una "dictadura" que no respeta los derechos fundamentales del ciudadano ni a todos los seres humanos, lo cual repercutiría en darle una publicidad positiva que no se merece.