El registro de la UCO en la sede de la Real Federación Española de Fútbol y en distintos domicilios particulares, entre ellos el del expresidente de la RFEF Luis Rubiales, ha hecho sonar las alarmas en el fútbol español. Otra mancha sobre la RFEF, que meses atrás vivió ya el escándalo del beso de Rubiales a Jenni Hermoso y cuya reputación vuelve a estar en entredicho por la imagen transmitida al mundo desde la Ciudad el Fútbol de Las Rozas, con la Guardia Civil entrando y saliendo de sus dependencias.
España es -o al menos era- una de las federaciones más importantes del mundo tanto para la UEFA como para la FIFA, de ahí que tampoco fuera de extrañar que la FIFA fuera la primera en pronunciarse tras lo sucedido en la final del Mundial femenino con Hermoso. Rubiales fue sancionado y quedó apartado de cualquier cargo en el mundo del fútbol. La intención no era otra que la de salvar la imagen de España y su fútbol de cara al Mundial de 2030 que, salvo catástrofe, acogerá junto a Marruecos y Portugal.
Ahora, según As, en los máximos organismos del fútbol a nivel europeo y mundial no entenderían que todo siguiera igual, como si no hubiera pasado nada. Con Rubiales ya apartado, lo cierto es que hoy por hoy España no tiene representación en ninguna de las dos instituciones, por lo que el impacto a nivel global se antoja inferior. En cualquier caso, la polémica y el miedo a que el Mundial peligre para España están sobre la mesa.
Las decisiones que se tomen en los próximos días por parte de la RFEF y el Gobierno español se antojan clave para que tanto la UEFA como la FIFA intervengan, o no, de manera directa en lo referente al Mundial de 2030, cuya candidatura aún no está ratificada del todo y que viene restando respaldos en las últimas horas con motivo de todo lo sucedido en España.
Por menos, de hecho, se han apartado ya a otras Federaciones. Sin ir más lejos, Ucrania, que en principio iba a sumarse a la candidatura ibérica para 2030 y que se vio salpicada por un escándalo de corrupción que afectó a su presidente. En su lugar, finalmente, entró Marruecos; un ‘socio’ peligroso que ya está tratando de sacar tajada de todo lo acontecido, postulándose aún con más fuerza para acoger la final del citado Mundial, en lugar del Santiago Bernabéu. Sin ir más lejos, ante los líos judiciales que sacuden a la RFEF ya han respondido con el anuncio de la construcción de un descomunal estadio en Casablanca para 110.000 espectadores.
El presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), José Manuel Rodríguez Uribes, aseguró que la candidatura de España, junto a Portugal y Marruecos para el Mundial de 2030 "es sólida”. “En el mundo se sabe de sobra que España es garantía de éxito y de seguridad”, apostilló.
"La candidatura del Mundial es una candidatura sólida. El gobierno de España esta detrás, somos impulsores junto a Portugal, yo era entonces ministro de Deporte, y por tanto vamos a defenderla y a diseñarla en estos meses con toda la tranquilidad", afirmó este jueves en la presentación del Campus Vicente del Bosque, donde descartó que la investigación judicial por posibles irregularidades en contratos suscritos por la Federación Española de Fútbol (RFEF) durante el mandato del expresidente Luis Rubiales pueda afectar a la candidatura y destacó la capacidad organizativa de España: "Somos un país de tradición de fútbol extraordinario, como se ha demostrado tantas veces para organizar eventos deportivos y de otra naturaleza, y lo hacemos con éxito. Vamos a trabajar para que ahora la Federación vuelva a reencontrar su camino y podamos en estos meses diseñar bien las sedes y el proyecto sostenible del mundial. Tenemos todos los elementos. En el mundo se sabe de sobra que España es garantía de éxito y de seguridad”.
La FIFA decidió el pasado 4 de octubre que la candidatura conjunta de España, Portugal y Marruecos sea la única para albergar el Mundial de 2030, año en el que celebrará el centenario de la competición por lo que Uruguay, Argentina y Paraguay, países que formaban parte del otro proyecto para albergar la cita, acogerán un encuentro al comienzo de la competición. Pese a esto, las federaciones implicadas deben presentar su candidatura y tras ello el organismo publicará los informes de evaluación antes de su designación definitiva como anfitriones por parte del Congreso de la FIFA este año. Todos confían en el seno de la RFEF, donde están colaborando con todo, que no haya inconveniente alguno, aunque desde la FIFA siguen al detalle cómo evoluciona todo.