Vedat Muriqi es una de las sensaciones de la temporada. El delantero kosovar, quien ya realizó una muy buena campaña pasada –llegó en invierno de 2022 al Real Mallorca–, se muestra orgulloso del trabajo realizado hasta el momento; eso sí, no acaba de ver claro el trato que recibe por parte de los árbitros. El delantero cree que su corpulencia le juega malas pasadas sobre el verde, ya que directamente entienden que es imposible hacerle cometer falta sobre él.
"Con todos los árbitros tengo muy buena relación. No soy un jugador que les grita, porque los árbitros no quieren fallar, pero son humanos. Estoy un poco cansado con el tema de las faltas porque no me creen. Cuando me voy al suelo, no me creen, no me pitan falta. No soy de los que se tiran cada vez que choca con un contrario. Si veis a Vedat Muriqi en el suelo, de verdad que pasa algo", expresa en relación a lo vivido en el último partido de LaLiga ante el Sevilla FC, en el cual cayó en una disputa con Badé cuando se iba hacia portería contraria, sin que ni el árbitro ni el VAR señalasen nada.
Mientras expresa su deseo sobre un mejor trato por parte de los colegiados, la realidad es que su campaña con el conjunto bermellón está siendo de sobresaliente. En estos momentos acumula ocho goles y una asistencia antes de recibir al Villarreal, siendo así uno de los mejores rematadores de la Liga Santander. ¿Supone esto una presión añadida? No para él.
"Me gusta mucho la presión. La presión te empuja para hacer las cosas mejor. Sin presión, sales al campo sin ganas. Sé que mis compañeros necesitan que yo marque goles, pero no me preocupa nada. Si mi equipo gana y no marco me da igual. No quiero marcar, solo que gane el RCD Mallorca, pero si marco y ganamos, la felicidad es doble. Los goles seguro que van a llegar", comenta.
Jugar sin pensar en el gol
Muriqi, como cualquier delantero, vive del gol. Sin embargo, tiene claro que para seguir con su buen hacer sobre el verde no puede pararse a pensar en si está en racha o no. Se trata de saltar al campo y simplemente jugar.
"Antes del parón llevaba 8 goles en 14 partidos. Para un delantero del RCD Mallorca marcar ocho goles en 14 partidos está muy bien. Claro que después de eso todos van a esperar más. Soy delantero y tengo esa ansiedad de marcar goles siempre. Cuando un delantero no marca es difícil soportarlo, pero creo que tengo suerte de contar con un entrenador y compañeros que saben que estoy ayudando al equipo de otra manera. Hubo dos o tres partidos que salí al campo pensando 'no tengo que pensar en marcar', pero ese no es mi carácter. Después de esos partidos decidí jugar como sé yo. Desde ese día soy feliz", concluye.