El entrenador de la UD Las Palmas, Francisco Javier García Pimienta, aseguró que su equipo estuvo "cerca de conseguir algo positivo" tras perder este sábado en el Estadio Olímpico Lluís Companys ante el Barcelona (1-0).
"Hemos estado cerca de conseguir algo positivo. Los chicos han competido de una manera en la que no estamos acostumbrados y es para quitarse el sombrero, porque hemos estado dentro del partido durante los 90 minutos", resumió el técnico.
García Pimienta destacó que el partido "cambió completamente" en el minuto 24 con la expulsión del portero Álvaro Valles, que le pareció "clara", ya que en su opinión el guardameta llega "tarde" y "arrolla" a Raphinha.
"Es una pena. Vienes a un escenario con la intención de practicar buen fútbol, de tener el balón y generar peligro al Barça. Me quito el sombrero con los jugadores, que han sido capaces de ponerse el mono de trabajo, defender juntos y hacer que el Barça generara pocas ocasiones claras", subrayó.
García Pimienta destacó la "personalidad" de sus futbolistas, que fueron "capaces de competir de tú a tú" en inferioridad numérica a pesar de no poder dominar la posesión del balón, que es la seña de identidad del conjunto amarillo.
"Hemos tenido paciencia, orden defensivo y hemos sabido sufrir. Sabíamos que podíamos estar dentro del partido. Hemos conseguido ponerles nerviosos en algunas ocasiones", añadió en referencia a una falta directa ejecutada por Coco en la primera mitad y una acción individual de Moleiro en la segunda.
García Pimienta admitió que "se ha formado como jugador, como entrenador y como persona" en el Barcelona, pero remarcó que ahora está centrado en el Las Palmas, un club que se "lo ha dado todo" y en el que lleva "tres años maravillosos".
"No he visto a Xavi porque estaba sancionado, pero he saludado a Óscar (Hernández). Me he sentido bien (en la vuelta a Barcelona). He estado muchas temporadas aquí, pero ahora soy entrenador del Las Palmas. Teníamos muchas ganas de hacer un partido competitivo como en la primera vuelta", zanjó.
Por su parte, el capitán de la UD Las Palmas, Kirian Ródriguez, aseguró que el cuadro canario pecó de "querer arriesgar" demasiado."Muchos somos canarios y pecamos de querer arriesgar en sitios donde no deberíamos. Después de la expulsión era un partido para ser perros, competir e ir al barro. El 1-0 es una pena porque, si la de Moleiro entra, habría sido increíble sacar un empate", resumió.