"Es muy importante ganarle al FC Barcelona y todo lo que significa, pero lo importante es salvarnos y, para poder salvarnos, tenemos que conseguir puntos; el partido del Barça vale exactamente igual que contra cualquier otro rival. Para nosotros, el premio está cuando se consiga el objetivo de la permanencia. Es cierto que era muy complicado vencer al líder de la competición. Tienes que dar el mil por mil para poder ganar; te tienen que salir las cosas bien y a ellos no. Yo perdí un ascenso en el último segundo, con lo cual no vi que podíamos ganar hasta que pitó el árbitro el final del encuentro", reconocía este lunes en la Cadena Ser el presidente de la UD Las Palmas, que sacaba pecho tras la hazaña ante los culés, aunque Miguel Ángel Ramírez analizó igualmente otros temas de actualidad y algunos más polémicos, como el que atañe al vetado Álvaro Valles.
Antes, el empresario del mundo de la seguridad privada se acordó del entrenador: "Hay uno que me ha hecho muy feliz, que ha trabajado muy bien y que ha hecho buenas cosas en la UD Las Palmas, como es mi querido amigo García Pimienta. Me he quedado muy contento con el trabajo realizado durante dos temporadas y media, y la verdad es que este entrenador que hemos traído ahora es muy parecido a la manera de trabajar, el proceder, el respeto al club, la colaboración con el club... Entonces, parece que hemos acertado. Tengo la espina de mi anterior entrenador, porque al final, cuando haces una apuesta por Luis Carrión como hicimos y no salió, creo que no nos equivocamos en su elección, aunque no salió por las circunstancias o por lo que sea, ya que era otra persona que era muy trabajadora. Estamos muy contentos ahora con la llegada de Diego Martínez y esperemos que más pronto que tarde nos ponga en una posición cómoda en la tabla para estar tranquilos".
En cuanto a la portería, el dirigente grancanario sigue erre que erre: "Jasper Cillessen es un porterazo. También tenemos a Dinko Horkas, que también es un porterazo. Hemos fichado a dos grandes porteros. Álvaro Valles también lo es, lo que ocurre es que en las situaciones contractuales de club y jugador llega un momento en que, si no se resuelven en favor de las dos partes, sólo puede quedar favorecida una de ellas, por lo que ya es un mal negocio. No me quedó otro remedio que tomar esa decisión, efectivamente, bastante arriesgada, pero la vida está llena de decisiones arriesgadas. Ésta salió bien". El rinconero sigue apartado, ejercitándose con sus compañeros pero sin poder ir siguiera convocado (ni durante los dos partidos de sanción al neerlandés). Tensó la cuerda al rechazar una ampliación de contrato más allá de la derivada de su rendimiento hasta 2025, cuando volverá al Real Betis, que ya lo ató por cuatro temporadas desde entonces, aunque intentó adelantar su desembarco sin suerte.