El Granada y la Ponferradina rompieron sus respectivas tendencias negativas, los nazaríes de no puntuar a domicilio después del debut liguero en Ibiza y los locales de sólo ser capaces de dejar en una ocasión su portería a cero ante el Albacete.Por eso quizá el encuentro estuvo marcado por la prudencia de ambos técnicos, José Gomes y Aitor Karanka, que se deshacían en elogios hacia sus rivales en la previa y que plantearon un partido con precauciones máximas, sobre todo los bercianos, obsesionados por su debilidad defensiva.
El preparador granadinista, Aitor Karanka, compareció en rueda de prensa tras un partido que, como el mismo reconoció, "fue de esos en los que haciendo todo casi perfecto, lo único que falta es el gol” y recalcó que "si no es el mejor partido que hemos jugado en lo que va de temporada, ha sido de los mejores. Hemos hecho todo por ganar y es una pena que no hayamos podido marcar ese gol".
Al frente, la Ponferradina no puso las cosas nada sencillas y reconoció que José Gomes le "engañó", ya que el vitoriano pensaba "jugaría con más gente por dentro. Somos buenos amigos y me alegro de que le vaya bien. Sabíamos que la 'Ponfe' intenta jugar y esa presión alta que empleamos era para robar arriba”.
Sobre su equipo, Karanka señaló que "no nos conformábamos con el empate". Prueba de ello fueron los cambios ofensivos realizados en el ecuador de la segunda mitad. "De hecho, los cambios vinieron dados por esas ganas de vencer. Mi pensamiento era el de ir a por los tres puntos”, confesó el técnico.
Al final del encuentro, Aitor Karanka fue cuestionado sobre las molestias y posibles lesiones de sus juagdores. Uno de sus pupilos, Ricard Sánchez, tuvo que ser sustituido al descanso por Rubén Rochina en un cambio que obligó a que Puertas retrasara su posición hasta el lateral, posición en la que no es la primera vez que actúa.
Karanka ha lamentado que Ricard Sánchez sufrió "un golpe muy feo" en una parte "muy complicada". El chico está dolorido y esperemos que ese contratiempo no vaya a más", concluyó.
El lateral catalán sufrió un rodillazo en la primera parte supuestamente 'fortuito' por parte de un José Amo a quien los futbolistas del Granada parecían 'haberle dicho algo'. Muy pasado de revoluciones, se encaró en tres ocasiones con varios futbolistas rojiblancos durante el encuentro.