Tal y como avanzó ESTADIO Deportivo, el Real Betis Balompié recibió el penúltimo día de mercado de la ventana de enero una propuesta formal del Brighton por su delantero Borja Iglesias por valor de 20 millones de euros fijos más otros tantos en variables. Una cuantía insuficiente a todas luces para los de Heliópolis y que resultó el último intento de dar un pelotazo por parte del sexto clasificado de la Premier y en octavos de la FA Cup, tras haberse cargado al Liverpool en La Ronda anterior.
Finalizado el curso pasado novenos de la Premier, logrando su mejor posición y el récord de puntos en la elite (51), siendo la actual su sexta temporada en la máxima categoría del fútbol inglés. Un club en constante evolución que se ha acostumbrado a reinventarse y a que sus estrellas le duren poco. El clásico comprar barato para vender caro que décadas atrás puso de moda Monchi en el Sevilla FC y que hoy por hoy se antoja imposible para la mayoría de clubes en el fútbol europeo. "El presidente sabe mi opinión. Ya hemos perdido a Trossard y si nos quedamos sin Caicedo será difícil luchar por Europa. Me gustaría que termine la temporada con nosotros", señalaba De Zerbi, su técnico, días atrás, antes de que el Brighton acabara rechazando 80 millones de euros del Arsenal por el ecuatoriano al cierre del mercado.
Tony Bloom, propietario del Brighton, prefirió no quitarle a su principal estrella al cierre de mercado, sin tiempo para encontrar un recambio de garantías. Especialmente tras una temporada con muchas bajas de peso en el Falmer Stadium. En verano, el Brighton vendió a Cucurella (65,3 millones, Chelsea), Bissouma (29,2, Tottenham), Maupay (11,8, Everton), Östigard (5, Nápoles); en invierno, a Trossard (24, Arsenal).
Una bajas que también se han vivido en el banquillo y en otras parcelas del club. El pasado septiembre, el técnico Graham Potter se convirtió en entrenador del Chelsea, al que también ha ido el jefe del departamento de scouting del Brighton, Paul Winstanley. Un organigrama en el que también causó una baja importante su director técnico, que se marchó al Newcastle.
Los ‘robos’ por parte de los grandes, sin embargo, no han impedido para que este curso vuelvan a convertirse en la revelación de la Premier tras otro salvaje mercado. Y es que antes ya se marcharon piezas importantes como White (Arsenal; 58’5 millones de euros) y Burn (Newcastle, 15). El plan del Brighton es sencillo, al menos sobre el papel: compran desconocidos y los transforman en estrellas que venden por millonadas.
"Todo comienza en nuestra academia, teniendo las mejores instalaciones posibles. Y luego siendo inteligentes en el mercado. No somos un club con fondos ilimitados. Buscamos futbolistas jóvenes que podamos desarrollar aquí o cedidos en otros conjuntos. Además, miramos a mercados 'menores' en los que podemos conseguir mejor calidad-precio. Hay que tener un buen conocimiento del mercado y saber por quién nos moveríamos rápidamente si perdemos a alguien. No somos una cárcel. Así llevamos años. Hay que ser más listos que otros equipos", apunta el CEO Paul Barber en una declaraciones que recoge el diario Marca.
Barber es uña y carne de Tony Bloom, quien se hizo en 2009 con el equipo cuando estaba en la League One (Tercera división inglesa) con graves problemas económicos. Jugador de póker profesional que hizo fortuna con las apuestas ha llevado su experiencia al Brighton con movimientos como la venta de Cucurrella por 65’3 millones de euros y el fichaje de su recambio, Estupiñán, por 17’8 kilos. A Bissouma lo supliría Moisés Caicedo y a Trossard, el japonés Mitoma, que llegó siendo un auténtico desconocido. “Aunque reciben ofertas mareantes, siempre tienen un plan b y c para cada salida”, dice Iago Calderón, exjugador del Brighton, en declaraciones a Marca.
Ahora, en un nuevo intento de ser “más listos que otros equipos”, el Brighton ha intentado aprovecharse de la delicada situación económica que viven los clubes de LaLiga, en general, y el Betis, en particular, obligado a cuadrar sus cuentas antes del próximo verano. Sin embargo, en Heliópolis han sabido hacer los deberes con tiempo, dándole salida a Álex Moreno al Aston Villa y, junto a otras salidas de menor calada, tirar de ingeniería financiera para traer también a Ayoze Pérez hasta final de curso. Todo ello, sin desprenderse de un Borja Iglesias que es su principal referencia ofensiva y al que los bélicos han tasado en unos 40 millones de euros. El próximo verano, eso sí, habrá que ver qué ocurre con Borja, cuyo futuro ha puesto siempre en manos del Betis. El Brighton, al menos, ya le tiene echado el ojo…