La Liga Femenina califica de "repugnante" la actitud de Rubiales

La institución ha emitido un comunicado en el que informa de la denuncia presentada ante el CSD para la inhabilitación del presidente de la RFEF

La Liga Femenina califica de "repugnante" la actitud de Rubiales
Imagen de La Liga Femenina - Laligaf.es
Juande PérezJuande Pérez 5 min lectura

Luis Rubiales sigue en el ojo del huracán, los comunicados y las denuncias no dejan de llegar al CSD, la última es la comunicada a través de un escrito por parte de La Liga Femenina. La institución publicó un comunicado este mismo miércoles, pocos minutos después del comunicado de Jenni Hermoso en el que la jugadora rompía su silencio y con un aluvión de informaciones en referencia a Luis Rubiales. Son numerosas las personalidades del mundo del deporte y de la política que han pedido la dimisión de Luis Rubiales.

Para el próximo viernes hay convocada una asamblea extraordinaria de la RFEF, en dicho acto muchos creen que Luis Rubiales anunciará su dimisión aunque aún no hay nada claro sobre que eso vaya a suceder. La Liga F ha emitido un comunicado en el que se ha calificado con dureza las acciones llevadas a cabo por Luis Rubiales en la celebración del Mundial Femenino como son las de "inadmisible y repugnante".

Comunicado completo de La Liga Femenina

"Una de las mayores gestas de la historia del deporte español se vio ensuciada por el bochornoso comportamiento del máximo representante del fútbol español que, una vez más, y guiado por su continuo y habitual afán de protagonismo, demostró no estar a la altura del cargo que ostenta.

Celebrar el triunfo en el palco de autoridades agarrándose los genitales al lado de S.M. La Reina y Su Alteza Real la Infanta Doña Sofía es inadmisible y repugnante. Que un jefe agarre de la cabeza a su trabajadora y la bese en la boca, sencillamente, no puede tolerarse. Tildar públicamente de “gilipollas, tontos del culo y pringaos” a aquellos que reprochan tales actitudes es inadmisible y repugnante. Las justificaciones posteriores no reflejan su manera de pensar y son, como así calificó el presidente del Gobierno, “inadecuadas”.

No se trata únicamente del beso. Se trata de una actitud que se encuentra muy alejada de los valores de nuestra sociedad. Una actitud que ha pasado a la historia del deporte mundial y, lo más grave, que quedará por siempre vinculada a nuestra Selección Femenina.

Este comportamiento ha generado una histórica alarma social a nivel mundial y ha merecido el rechazo y desprecio de la clase política, medios de comunicación y destacados representantes de la cultura, el arte o el deporte. Se trata de un bochorno internacional sin precedentes para la Marca España, para el deporte español y para el fútbol femenino mundial. Cuando el mundo debía tener los ojos puestos en nuestras futbolistas, el presidente consiguió que los ojos del mundo se centraran en su “virilidad”.

La Liga Profesional de Fútbol Femenino es el símbolo de un cambio. Es el reconocimiento a la apuesta y sacrificio de tantas futbolistas, tantos clubes y tantas personas que llevan décadas luchando por el papel de la mujer en el fútbol. Y por ello, como institución, por convicción, por responsabilidad y por respeto al deporte no podemos permitir que este episodio quede sin consecuencias.

Los grandes cambios suelen llegar tras grandes crisis. La unión mostrada por la sociedad española, el éxito de nuestras futbolistas, el fútbol femenino y la mujer en el deporte serán los que cambien el destino del deporte y del fútbol español y acaben con este tipo de dirigentes y comportamientos.

La gravedad de lo sucedido, el daño causado y el unánime rechazo mundial obligan a tomar decisiones. La sociedad se ha manifestado con claridad. España y el fútbol español no merecen un representante de este nivel, y las instituciones deben acompañar y dar respuesta al sentir de la sociedad.

Es el momento de dar un paso adelante. Lo contrario sería una humillación para todas las mujeres y la mayor derrota del deporte español y de nuestro país".

Las denuncias y comunicados no dejan de sucederse y Luis Rubiales está cada vez más arrinconado.