A sus 35 años, Jerome Boateng se resiste a colgar las botas. Es más, está seguro de que en enero firmará por un nuevo equipo, aunque en realidad es libre para negociar desde el pasado verano, cuando puso fin a su aventura de dos temporadas en el Olympique de Lyon francés.
Anteriormente, el central alemán, campeón del mundo con su selección en 2014, surgió desde la cantera del Hertha de Berlín y se consolidó en la elite con el Hamburgo, pasando por el Manchester City antes de jugar una década en las filas del Bayern Múnich, donde disputó 363 partidos entre 2011 y 2021, cuando estuvo también en la órbita del Sevilla FC.
Desde que abandonó el Lyon, donde sólo jugó ocho encuentros en su última temporada, Boateng volvió a entrenarse a las órdenes de Thomas Tuchel en el Bayern hace algunas semanas, pero su fichaje por el campeón bávaro fue descartado finalmente.
Además, también ha sido vinculado con el modesto Heidenheim, recién ascendido a la Bundesliga, donde ocupa un meritorio noveno puesto. Pero esta opción tampoco fructificó, apareciendo también en las quinielas de cara a un posible desembarco en la Major League Soccer de Estados Unidos o en alguna de las pujantes ligas asiáticas, como la Saudi Pro League de Arabia Saudí.
Mientras tanto, el protagonista no desvela cuál será su destino, pero sí se ofrece y deja claro que aún no ha llegado el momento de la retirada. "Tengo claro que mi carrera aún no ha terminado. No puedo decir exactamente donde jugaré a continuación, pero estoy listo para hacer más. Será en invierno, de eso estoy plenamente convencido”, ha asegurado en el medio SID.
De lo que sí parece olvidar Boateng, en cambio, es de la selección. "Fue un viaje de ensueño para mí, pero he dejado atrás este capítulo y estoy plenamente concentrado en mi próxima oportunidad en un club. La Eurocopa ya no es un objetivo para mí”, confesó al respecto.
En una situación similar a la de Boateng, por su parte, se encuentra otro de los campeones del mundo con Alemania en 2014. Es el caso de Shkodran Mustafi, que dejó el pasado verano un Levante en el que sólo jugó 15 partidos a lo largo de las dos últimas campañas, mermado por las continuas lesiones. Pese a ello, el también central busca un nuevo equipo a sus 31 años, después de haber pasado también por Sampdoria, Valencia, Arsenal, que pagó 41 millones de euros por su fichaje a los ches, y Schalke 04.