Fernando Mateos3 min lecturaCon el mercado de fichajes de invierno cerrado ya en Europa, Diego Costa se presentaba como una opción a coste cero que aún podía desembarcar en cualquier equipo que tuviese una ficha disponible, puesto que el delantero era agente libre desde que decidió no renovar su contrato con el Botafogo.
Tras una brillante carrera en el fútbol europeo, donde destacó con las camisetas del Atlético de Madrid y el Chelsea, el que fuese internacional español y mundialista regresó a su país en 2021 para enrolarse en el Atlético Mineiro, donde ayudó a conseguir un histórico doblete al levantar el Brasileirao y la Copa do Brasil.
Pero al año siguiente decidió volver a Europa para jugar un semestre en el Wolverhampton. Su segunda etapa en la Premier League, sin embargo, no fue como esperaba (un gol en 24 partidos) y la pasada campaña emprendió de nuevo el camino de regreso a Brasil, donde esta vez no pudo evitar la caída en picado de un Botafogo que durante meses tuvo el título liguero en su mano.
Ahora, pese a sus discretos números en su último equipo (15 partidos, con un total de 642 minutos de juego y tres goles), Diego Costa ha optado por enfilar la recta final de su carrera, a sus 35 años, en otro conjunto brasileño. Tras ser vinculado con el Cruzeiro, ha aceptado finalmente la oferta del Gremio de Porto Alegre.
De este modo, el ex colchonero se convierte en el sustituto del uruguayo Luis Suárez, que abandonó el club para jugar junto a Leo Messi en el Inter Miami. Ha sido el propio Gremio el que ha anunciado el acuerdo con el atacante, que aterrizará en Porto Alegre “en los próximos días para hacer exámenes médicos y firmar un contrato hasta el final de 2024”, cuando finaliza la temporada en Suramérica.
La presencia del técnico Renato Portaluppi ha sido clave para convencer a Diego Costa, que se ha convertido en el cuarto refuerzo del Gremio tras los fichajes del meta argentino Agustín Marchesín, quien rescindió su contrato con el Celta de Vigo, el pivote Dodi y el venezolano Soteldo, procedentes del Santos tras su descenso a la Serie B. Con ellos, el conjunto tricolor, actual líder del campeonato gaúcho, espera responder a las expectativas en su regreso a la Copa Libertadores, cuya fase de grupos disputará a partir de abril.