Antonio José Medina3 min lecturaAyer se conocían las amenazas que recibió el exjugador del Sevilla Luis Alberto y, sobre todo, su esposa por celebrar el triunfo del Sevilla en la UEFA Europa League. El ahora futbolista de la Lazio, rival histórico de la Roma, fue el blanco de las iras de los aficionados romanos, que no han digerido bien la derrota sucedida este miércoles en Budapest.
No ha sido el único incidente que se ha conocido, pues el árbitro de la contienda, el británico Anthony Taylor, fue acosado y agredido en el aeropuerto de la capital de Hungría por aficionados romanos, enfurecidos en parte por todo lo dicho por su entrenador, José Mourinho, en rueda de prensa. Luego se conocerían sus insultos en el aparcamiento del Puskas Arena, por los que la UEFA le ha abierto expediente y le podría sancionar con dureza.
Pero aparte de todo esto hubo más. Ya en la previa del choque, aficionados romanos atacaron, junto a ultras polacos del Slask Wroclaw y a seguidores del Ferencvaros, una de las 'fan zone' del Sevilla y también provocaron una pelea en una avenida cercana al Puskas Arena (en la avenida Egressy) que acabó con un aficionado italiano y otro español en el hospital.
La agresividad mostrada también se trasladó al campo, donde muchos aficionados se saltaron los tornos de seguridad y entraron en mayor número al Puskas Arena.
Y, como se ha podido ver en unas imágenes que han trascendido desde México (Clickdeportes), también intentaron agredir a los jugadores del Sevilla que no estaban convocados por no estar inscritos o por estar sancionados (Acuña, Pape Gueye y Tecatito Corona).
La agresividad mostrada por los romanos pasará factura en forma de multas, no en vano, la UEFA ha abierto expediente tras lo vivido en Budapest. Los cargos contra el equipo romano son: Lanzamiento de objetos, Encendido de fuegos artificiales, Actos de daño y Alborotos de multitudes. Aparte de los referidos concretamente a José Mourinho: Conducta impropia del equipo y Lenguaje insultante/abusivo contra un oficial de partido.
Pero no se descarta que vayan más allá, dadas las denuncias que les están llegando. No en vano, han dejado una imagen como una de las aficiones más marrulleras de los últimos años.
Sobre todo porque no es la primera vez y ya el pasado año, en la final de la Conference League celebrada en Tirana (Albania), los aficionados de la Roma y del Feyenoord acabaron a palos en los prolegómenos del partido, que luego ganaría con el conjunto italiano.