Cuando hacen la típica pregunta de con quién se iría alguien a una isla desierta, la respuesta de Luis de la Fuente no hace falta que la manifieste, sería con su capitán. Álvaro Morata. Tanto el seleccionador de Haro como todos y cada uno de los miembros del vestuario nacional coinciden en que no podría haber un capitán mejor para la actual plantilla que representa a todos los españoles en la Eurocopa 2024 y que buscarán conquistarla el próximo domingo en la final ante Inglaterra (21:00 horas en el Estadio Olímpico de Berlín).
En los últimos instantes de la eliminatoria ante Francia y ya en la celebración posterior se pudo ver a un Morata bastante emocionado, a lágrima viva, que terminaba desahogándose con muchos gritos y alegrías con el pase a la finalísima. De hecho, en la entrevista que ha concedido el 'siete' a RTVE ha hablado sobre su futuro, sobre la importancia que se le da a lo que hace como capitán, y sobre todo ha explicado el motivo de ese llanto.
"Son momentos en los que no crees en ti y que te entran ganas de dejarlo todo. Tengo que agradecer a mi familia, a la federación, todo su apoyo. Son lágrimas de que está cerca un sueño que se puede hacer realidad, de hacer historia", comentaba.
El trabajo que hace Álvaro Morata como capitán del barco es valorado cada vez por más gente, pero el propio delantero desea que esa valoración se extienda a todo el pueblo español: "Ojalá que se valore todo lo que doy por esta camiseta, me parto la cara por la selección. Daria lo que fuera, me iría andando a Madrid. Yo corro, peleo y pongo todo lo que tengo para el aficionado de España".
"Ya bastantes palos me he llevado por decir que no lo sabía. No he dicho ni que sí ni que no, sólo que no lo sabía. Cada uno tiene su opinión, y yo no te puedo decir la mía porque sería egoísta. Es una final, y bueno, tendré mucho tiempo ya para pensar las cosas", comentaba sobre su futuro tras la Euro.
Además, siguió demostrando su importancia como capitán marcando la hoja de ruta del trato al aficionado desplazado a Alemania: "Sé que la gente que viene se hace largos viajes, largas experiencias, en familia e intento estar atento a la gente. A veces no podemos parar, porque tenemos un horario programado o tenemos el tiempo un poco justo. Para nosotros es importante sentir ese cariño que nosotros sentimos".