La v. Los 18 partidos de la fase de grupos echaron el cierre este miércoles con la conclusión del único grupo que quedaba por decidirse, el F. Con la fase de grupos ya concluida, es el momento de los partidos decisivos, a todo o nada ya que una derrota te manda a casa y un triunfo te acerca un poco más al título.
El grupo F se cerró con los enfrentamientos entre República Checa y Turquía. Los checos se jugaban el segundo puesto ante los turcos y solo un triunfo de los que actuaban este miércoles como locales los dejaba vivo en esta Eurocopa. Además, Georgia se vio las caras ante Portugal en busca de un triunfo, sobre el papel, poco probable pero que les podía hacer soñar con el pase a octavos de la Euro.
Entre la anarquía, sin protagonismo de Arda Güler y con los tantos de Çalhanoglu y Tosun, Turquía reinó entre el caos y la brusquedad para firmar una victoria (1-2) ante la República Checa en un duelo marcado por la expulsión del checo Barák, clave en la clasificación para los octavos de final del combinado otomano, que se citó con Austria en la siguiente ronda.
Pese a jugar con un hombre más, Turquía sufrió de lo lindo para dejar en el camino a sus rivales, eliminados con dignidad y al borde de la épica. La República Checa estuvo por momentos a sólo un gol de alcanzar la gloria y peleó hasta el último aliento para sorprender a un equipo que rozó la tragedia. Finalmente, Turquía aguantó, cerró el choque en el minuto 92 con el tanto de Tosun y estará en la siguiente fase con alguna duda.
Ganadora en los penaltis de la repesca contra Grecia, debutante en la Eurocopa 2024, competitiva de principio a fin, Georgia fue aún más allá, rebasó todos los límites imaginados, doblegó a Portugal y Cristiano Ronaldo y voló a toda velocidad, entre la apoteosis, hasta los octavos de final para desafiar a España.
Es una de las mejores terceras de grupo. De hecho, es la mejor en esa posición junto a Países Bajos. Sus méritos son incuestionables. Su valor magnífico.
Ni desistió ni se acomplejó. Jugó para ganar cada partido. Y venció contra todo pronóstico, en la última jornada, con todo en juego, a un gigante como Portugal. Y además de forma irrebatible.