Toma Basic cambiará de equipo en las próximas fechas. Esa es la realidad del futbolista croata de 27 años, quien estuvo cedido el año pasado en la Salernitana y con el que no cuenta Marco Baroni, entrenador de la Lazio. Y sí, es justo esa decisión del técnico la que hace que su fichaje empiece a coger forma con un club de la liga española metido de lleno en la pelea por conseguirlo. ¿De cuál hablamos? Del RCD Espanyol.
A veces los deseos se cumplen. Algo así deben estar pensando en las oficinas pericas, donde hace tiempo señalaron en rojo el nombre de Basic y ahora ven su contratación como una opción mucho más real, y es que la escuadra romana estaría abierta a dar salida a su futbolista a través de una cesión; informa el periodista Nicolò Schira.
Tras semanas en las que los problemas no parecían hacer otra cosa que crecer, lo cierto es que en el Espanyol empiezan a ver la luz al final del túnel. En un año cuyo único objetivo es conseguir la permanencia para ir asentando el proyecto en Primera división, los fichajes han tardado en llegar, pero ayer mismo presentaron hasta tres nuevos futbolistas de una tacada. Sí, están dando pasos al frente y el siguiente podría llamarse Toma Basic.
Llegando a la Lazio en 2021, el internacional por Croacia acumuló hasta 54 partidos en la Serie A durante sus dos primeros años, pero en el último, el correspondiente al curso 2023-24, decidieron cederle a una Salernitana en la que jugó 15 encuentros para no lograr goles ni asistencias.
Lo cierto es que para los pericos suena como una incorporación más que interesante. Tras reforzarse en la parcela ofensiva con futbolistas como Alejo Véliz o Irvin Cardona, ahora desean apuntalar el centro del campo, parcela en la que Basic se muestra como una pieza realmente dura con sus 1,90 metros de estatura. Exacto, podría convertirse en una especie de ancla para sostener al equipo.
Si bien en el Espanyol parecen dispuestos a apretar para hacerse con los servicios del croata, no es menos cierto que otros clubes se encuentran en la misma carrera. El principal obstáculo para convencer a la Lazio (y al futbolista) es el alto salario de éste, el cual no pueden asumir los blanquiazules. Por otro lado, entidades como el Empoli de Italia o el Basksehir de Turquía también le tienen en su agenda.