El nombre de Lucas Boyé lleva asociado al Sevilla FC desde el mes de enero. El futbolista internacional argentino, pese a que sólo acumula 14 goles entre las dos últimas temporadas en LaLiga, se ha convertido en uno de los delanteros de moda del campeonato español y ha estado en la órbita del equipo de Nervión desde entonces.
Si en el pasado mercado invernal se apostó finalmente por otro perfil de delantero, que pudiera jugar en varias posiciones, y acabó llegando Anthony Martial, el mal inicio de campaña obliga al club nervionense a centrar el tiro en un goleador. El Sevilla está a la cola de todas las estadísticas de eficacia rematadora y de pases realizados antes de marcar. Lleva tres tantos en tres jornadas, pero sólo el primero, el de Pamplona, convertido por uno de sus puntas. Le hace falta gol.
Rafa Mir cuajó una buena primera parte en Almería, aunque más como asistente que como rematador. No logró cazar ninguno de los centros que le pusieron Alex Telles y Jesús Navas y eso que durante algunos minutos el Sevilla encontró en ese recurso la mejor forma de hacer daño a su rival. No lo aprovechó y dio vida al equipo alemeriense para que pudiera remontar.
Monchi, al final del partido, pidió confianza a los aficionados allí desplazados, que le dejaran trabajar en estos cinco últimos días de mercado para encontrar el jugador que pueda cambiar la dinámica.
El primer objetivo es Raúl de Tomás, quien ha puesto todo de su parte para salir este verano del Espanyol y aún no ha jugado ni un minuto con el conjunto perico en las primeras jornadas, pero también ha habido movimientos por Lucas Boyé. El argentino es un futbolista que gusta a Julen Lopetegui, pero que tiene una cláusula de rescisión de 25 millones y a un club, el Elche, que ya avisó en junio que sólo saldría si llega una buena oferta por él.
Tras pasar lesionado gran parte de la pretemporada, ha jugado entrando desde el banquillo ante el Almería y, ayer, frente a la Real Sociedad. Y el motivo de que no fuera titular en este último encuentro lo dio su técnico, Francisco: que las opciones de cambiar de aires en este tramo final existen y el futbolista está pendiente de ellas. "Están surgiendo movimientos de llamadas. Tenía la oportunidad de jugar (de inicio), pero entendíamos que todos teníamos que tener la cabeza bien puesta aquí. (...) Veremos qué pasa de aquí al cierre del mercado. Estoy encantado de que esté y su compromiso es el máximo", dijo no obstante.
Mauro Icardi y Cavani han sido ofrecidos y están sobre la mesa de Monchi, aunque todos sabemos las singularidades de cada uno de estos fichajes. Y también sus exigencias económicas. El consuelo, al menos, es que la solución llegará antes del próximo partido. Ante el Barça.