R. Madrid
B. Dortmund
Otra vez. Parecía una cosa, pero fue la de siempre en las noches de Champions League en el Santiago Bernabéu. Lo de la mística ya se queda corto para describir lo que ocurre con el Real Madrid y esta competición. El Borussia de Dortmund desnudó la carencias tácticas del equipo de un inmóvil Carlo Ancelotti provocando pitos con el 0-2 al descanso. Era la misma 'caraja' de Vigo, pero con el rival aprovechando las ocasiones. Pintaba a bochorno. A batacazo a cinco días de recibir al FC Barcelona. Y acabó en la enésima remontada imposible. Los jugadores explicaron por qué esa paciencia de Carletto, tan reticente a hacer cambios (hizo uno por lesión y dos en el 90'). Es que, vale que no siempre le va a salir bien, pero sabe que en cualquier momento, explota la tormenta perfecta.
Le habían dejado literalmente en pelotas, desnudando todas sus carencias; pero volvió a sacar el traje de las remontadas. Un cabezazo de Rüdiger a centro de Mbappé y el primero de los tres tantos de Vinícius, vía VAR, igualaron nada más reanudarse el juego, antes de descargar una batería letal con tres golazos: uno de Lucas Vázquez y dos más de 'Vini', que sentenció con un portentoso 'hat-trick' a sólo unos días de El Clásico y de que se anuncie el Balón de Oro. La verdad es que, a estas alturas, ya debería estar prohibido por ley dudar de esta plantilla. Otro subidón más. Oportuno golpe en la mesa para esconder las carencias bajo el mantel y soltar un rugido de orgullo.
Tras los fallidos golpes de pizarra del pasado sábado en Balaídos, Carlo Ancelotti se dejaba de inventos y de inicio apostaba por un once muy ofensivo, de vuelta a la defensa de cuatro -Rüdiger y Militao en el eje y Lucas Vázquez y Mendy en los laterales-, con tres delanteros y sin pivote defensivo. Valverde, Modric y Bellingham formaban el centro del campo y arriba regresaba el tridente con Mbappé, Vinícius y Rodrygo. Este último y el croata, además de Mendy, eran las novedades en un once del que se cayeron Fran García, Tchouámeni y Camavinga con respecto a Vigo. El Real Madrid salió con la idea de hacerse con la posesión y circular con fluidez esperando huecos; pero también con las obligadas consignas de no arriesgar y de ser compactos sin balón.
Necesitaba más concentración en el repliegue pues, como el RC Celta el pasado sábado, el Borussia Dortmund también demostró tener esa capacidad de quitarle la pelota para hacer daño saliendo en pocos toques y castigaba con transiciones los (demasiado recurrentes) desajustes blancos tras pérdida. En un contexto así, al menos con Kroos podía 'defender con el balón'. Esa figura de metrónomo, ni la tiene Carletto, ni la asume de momento otro jugador, ni aún se atisba una variante palpable para conseguir esa capacidad de control. Ahora, este tipo de 'carajas' dan miedo, porque a la mínima... De no pasar nada de nada en media hora a ir perdiendo 0-2 en el 34'.
El primero, en el 30', lo ocasionó una pérdida de Lucas Vázquez en la salida, el Dortmund encadenó cuatro pases en la frontal del área con los defensores madridistas encimando pero sin apretar y movimiento letal de Malen para quedarse libre de marca en el área, recibir el toque de espaldas de Guirassy y batir a Courtois. Muy fácil. Demasiado fácil, aunque no tanto como el segundo. En el 34', nadie encimó a Brandt en el círculo central, el capitán del BvB avanzó sin problemas y la jugada aceleró en los últimos metros, donde Malen se fue de Mendy como quiso y la puso al segundo palo para que el joven Gittens se colase a la espalda de Militao y Lucas (vaya día) para empujarla a placer.
Sólo al segundo sopapo quiso despertar el Real Madrid. En apenas unos segundos, cabezazo de Bellingham que repele el portero nada más sacar de centro y, casi sin respiro, recuperación, nuevo servicio vertical al área y disparo acrobático de Rodrygo que rebota en el poste. El rechace lo remata Bellingham, pero ahora pega en el larguero y, tras varios barullos en el área visitante, la acción queda en nada. Es más, el marcador al descanso no fue más sonrojante sólo porque Courtois dejó el par de paradones de siempre antes de que los jugadores merengues y sobre todo Ancelotti escuchasen una evidente pitada cuando enfilaban el túnel de vestuarios.
Todo lo que no había arriesgado en la primera mitad, había que hacerlo en la segunda. Hubo amago de chispazo en la reanudación, con dos disparos lejanos de Valverde y Militao a los pocos segundos. Sahin se abrigó sin complejos. Quitó a un atacante, el goleador Gittens, y metió a un tercer central, Anton. Un 1-5-4-1 con repligue y transición era su receta. Se equivocó e hizo acertar a su rival cuando éste parecía no saber qué hacer.
De hecho, en el 60', Ancelotti había llamado a Camavinga y Tchouaméni, pero el cabezazo de Rüdiger para el 1-2 tras un brillante centro de Mbappé desde la derecha le invitó a cancelar el cambio. Su equipo atacaba en tromba, Carletto apostó por seguir esperando a otra de esas remontadas imposibles en Chamartín y, tres minutos después, llegó el empate. Mbappé (biasistente) recibió por dentro, levantó la cabeza y la puso para que Vinícius la empujase. El 2-2 fue anulado en primera instancia por supuesto fuera de juego, pero desde el VAR avisaron a Kovacs de que la posición era legal y el tanto subió al marcador.
Vinícius se entonó mucho en la segunda parte, cada acción en la que intervenía desbordaba e incomodaba. Mbappé y Rodrygo también estaban acertados. Tiraban de movilidad para generar superioridades y los tres atacantes conectaban como pocas veces lo habían hecho esta temporada. El galo entraba con frecuencia por la derecha, con 'Vini' en la izquierda y 'Rodry' casi de enganche facilitador más que de '9' rematador. Entre los dos canarinhos pusieron la puntilla en otro arreón.
En el 83', el '11' corrió para salvar la pelota y evitar que se perdiese por línea de fondo (le costó una lesión), se giró y cedió a Lucas Vázquez, quien se internó en el área y soltó un punterazo con la derecha que se coló como un obús. Los seis primeros tantos llegaron en 'pack' de dos. Al minuto siguiente, el cuarto: Vinícius la agarró pegada a la izquierda, echó a correr en diagonal sin que Emre Can le pudiese seguir y soltó un latigazo ajustado al palo largo ante el que nada pudo hacer Kobel.
No contento con eso, ya en el alargue, 'Vini' se fue de dos con dos recortes con la derecha, acelerando y frenando se plantó en el área, volvió a recortar en seco cambiándosela de pie y fusiló a Kobel con la izquierda. Otro golazo. 'Hat-trick'. Manita. El Real Madrid, desencadenado. La historia de siempre de la Champions. De los pitos a la euforia. Y, ahora sí, a por El Clásico.
4- Real Madrid: Courtois; Lucas Vázquez, Militao, Rüdiger, Mendy; Valverde, Modric (Camavinga 71'), Bellingham (Arda Güler 90'); Rodrygo (Tchouaméni 85'), Vinícius y Mbappé (Ceballos 90').
2- Borussia Dortmund: Kobel; Ryerson (Beier 75'), Süle, Schlotterbeck, Bensebaini; Nmecha (Emre Can 75'); Malen (Gross 76'), Brandt, Sabitzer, Gittens (Anton 55'); y Guirassy
Árbitro: Instvan Kovacs (rumano). Sólo amonestó al jugador local Vinícius, por quitarse la camiseta en el segundo de sus tres goles.
Goles: 0-1 (30') Malen; 0-2 (34') Gittens; 1-2 (60') Rüdiger; 2-2 (62') Vinícius; 3-2 (83') Lucas Vázquez; 4-2 (86') Vinícius; 5-2 (90+3') Vinícius.
Incidencias: partido correspondiente a la jornada 3 de la Fase de Grupos de la UEFA Champions League disputado en el estadio Santiago Bernabéu de Madrid.