Seguramente pocos pensaban en Vigo allá por el mes de agosto que en el año del Centenario iban a acabar como está a punto de hacerlo el Celta en LaLiga EA Sports: logrando una salvación más holgada que el año pasado y con un técnico de la casa. Sobre todo, porque el primer comandante en quien se confió semejante proyecto tenía su pedigrí: Rafa Benítez.
Los celestes confiaron en el madrileño con la intención de que su experiencia pudiera nutrirles y acercarles incluso a Europa. Pero la película salió bien distinta a como tenían diseñada en el guión los dirigentes celtistas. Eso sí, el final, aunque inesperado, va a terminar siendo de más agrado incluso para Balaídos. Porque, salvo hecatombe final, los gallegos volverán a estar el año que viene en Primera División y lograrán una permanencia más holgada que el curso anterior, donde la certificaron en la última jornada.
Y por si fuera poco, lo harán de la mano de un técnico de la casa como es Claudio Giráldez, quien tampoco se imaginaría al comienzo de este ejercicio que le llegaría semejante oportunidad y que conseguiría algo que no pudo hacer un técnico campeón de Europa.
Y es que si por algo se está caracterizando el de Porriño es por hacer las cosas sencillas, contar con la cantera, tirar de sentimientos, escuchar a los jugadores y, sobre todo, por no ponerse esa venda de la edad que tenía Benítez con Iago Aspas.
Con su triunfo ante el Villarreal (3-2), el RC Celta dejó prácticamente sellada su permanencia en LaLiga y en dicho partido el capitán celeste provocó un penalti, metió un gol y dio una asistencia al griego Tasos Douvikas para cerrar el triunfo celeste en el minuto 82.
El internacional español, cuatro veces ganador del Trofeo Zarra, ha resurgido en este 2024 de su mano después de un inicio de curso en el que solo aportó un gol y cuatro asistencias en los primeros 17 partidos de Liga.
Penalizado por el juego táctico y defensivo que implantó Rafa Benítez, la estrella del Celta se apagó en el primer tramo de la temporada. Aspas no era feliz sobre el césped, y sus más cercanos veían cerca su retirada en caso de que el técnico madrileño cumpliese su contrato con el club, el cual expiraba en junio de 2026.
Pero en 2024, con la llegada de Claudio Giráldez todo ha cambiado y Aspas ha recuperado la sonrisa y la ilusión. Ya lleva siete goles y cinco asistencias, unos números que lo convierten en el cuarto jugador más valorado del campeonato en cuanto a aportación ofensiva, superado tan solo por el noruego Sorloth (15 créditos) y Vinicius Júnior y Robert Lewandowski (ambos con 13).
Pero si los datos se registran desde que Claudio es entrenador del Celta, Iago Aspas es el segundo jugador con mejor participación en goles y asistencias de LaLiga en 90 minutos, con 1,19 de media, un espectacular registro que solo mejora el pichichi del campeonato, el delantero ucraniano del Girona Artem Dovbyk (1.24).
En esos últimos seis partidos, el delantero del Celta mejora la contribución ofensiva de futbolistas como En-Nesyri (0.89), Sorloth (0.84), Greenwood (0.5) o Iñaki Williams (0.34).