El Real Madrid recibe al Celta este domingo y llega al Santiago Bernabéu un Iago Aspas que sabe que podría ser su última visita al feudo blanco con la elástica celeste. Por su edad o porque terminen bajando a Segunda División. Por eso, el de Moaña tiene ganas de saborear esta gran cita y ha repasado la actualidad de ambos equipos.
Lo ha hecho en una entrevista con el diario AS. El capitán del conjunto vigués ha recordado cuándo fue su primera vez en el escenario madridista, una experiencia inolvidable y de la que sólo quedan ya él y Modric (octubre de 2012). Cuestionado por su planes de futuro lo tiene claro: "No sé si será mi última visita. Espero que después de esta visita haya otra. Eso querrá decir que hemos salvado la categoría. Me encuentro mejor que el año pasado porque en el tramo final estuve mal de la espalda. Dentro de unos meses voy a cumplir 37 años y el fútbol me gusta muchísimo, pero no sé qué va a pasar más allá de 2025".
Lo que sí tiene descartado por completo ya es marcharse a alguna liga exótica a colgar las botas: "Desde que regresé al Celta dije que iba a pasar aquí el máximo tiempo mientras me quisieran. Siempre pensé en retirarme aquí y eso no me lo va a quitar nadie de la cabeza. Sí que hubo mucho interés y alguna que otra oferta, pero a mí eso nunca me ha llamado mucho la atención. Yo estoy muy contento, tranquilo en mi casa con mi familia, mis padres y amigos. Nunca he pensado en moverme de aquí".
Y si le preguntan dónde y cómo se ve dentro de un años, Aspas sólo tiene una idea en su cabeza: "Seguramente me convierta en director deportivo sí, porque el fútbol es lo que me gusta y me apasiona". Y en dicho cargo, tiene igualmente claro cómo lo ejercería, sus referentes y lo que no haría como tal: "Con Luis Campos fue una experiencia muy diferente a anteriores directores deportivos que había conocido. Personalmente no me gustaba mucho que el director deportivo no estuviera en el día a día con los futbolistas. Nunca había vivido esa situación. Anteriormente estuve en el Sevilla con Monchi y aquí con Torrecilla y con Felipe Miñambres. Ellos estaban en el día a día del club y sabían todo lo que pasaba con los jugadores. Por otra parte, Luís Campos nos dejó grandes ventas y fichajes de futuro. A mí me hubiese gustado que fichara a algún hombre con más experiencia para darle empaque a todas esas futuras promesas que fichó. Dejó un balance positivo y eso es bueno para el club".
Por último y entre otras cuestiones, le han preguntado si como director deportivo del Celta apostaría por Rafa Benítez como técnico. Y ahí le han entrado las dudas y ha optado por sacar el capote a pasear: "No es una pregunta para mí (se ríe). Llegado el día ya veríamos. Además, al míster le queda aún más tiempo de contrato que a mí. Así que no sé qué pasaría en el futuro". Eso sí, no se ha cortado a la hora de hablar de su relación con el técnico madrileño: "Muy buena. Tengo un muy buen trato como he tenido con todos los entrenadores que han pasado por aquí. Yo soy una persona muy tranquila. Es cierto que en los partidos soy más caliente, pero en el día a día y en los entrenamientos soy un futbolista como cualquier otro. Me podría llevar cualquier entrenador".