La salida de Rafa Benítez y la llegada de Claudio Giráldez al banquillo del Celta de Vigo no ha acabado con la incertidumbre en el seno del club gallego. El nuevo técnico se estrenó con victoria ante el Sevilla FC en el Sánchez Pizjuán, pero el empate ante el Rayo Vallecano y la derrota frente al Betis le mantienen con sólo tres puntos sobre un Cádiz que marca el descenso, apenas un punto más sobre el exiguo colchón que dejó el entrenador madrileño.
El ex preparador del filial vigués ha introducido cambios significativos que, de momento, se resumen en 4 puntos de 9 posibles. Su apuesta por la cantera ha sido elogiada por todos, al tiempo que unas de las variaciones destacadas han venido con el cambio de dibujo táctico, pasando a jugar con una defensa de tres centrales.
De forma sorprendente, sin embargo, este nuevo esquema le ha costado el puesto a uno de los futbolistas más en forma del equipo durante toda la temporada, que además se convertirá en el primer fichaje del Celta para la próxima campaña.
Se trata de Unai Núñez, que a las órdenes de Benítez había sido una pieza insustituible en el eje de la zaga. Sus números no dejan lugar a la duda: sólo fue suplente en un partido de LaLiga EA Sports en las 28 primeras jornadas, jugando los 90 minutos en las 27 restantes. Fue ante el FC Barcelona, saltando desde el banquillo en el descanso para jugar la segunda mitad.
Esta vitola de titular y líder de la defensa coincidió con la confirmación de su contratación definitiva. Después de dos temporadas cedido por el Athletic Club, el Celta ejercerá en verano una opción de compra que algunas informaciones apuntan como obligatoria, la cual ronda los 10 millones de euros entre fijo y variables, firmando un nuevo contrato con los celestes hasta 2029.
Sin duda, se trata de una fuerte apuesta por un jugador que ha visto cómo su rol en el equipo ha cambiado por completo con Giráldez. Sólo fue titular en el estreno ante el Sevilla FC, pero naufragó en la nueva disposición defensiva y fue sustituido en el minuto 76.
Esto le llevó al banquillo ante el Rayo Vallecano, quedándose por vez primera sin jugar en la presente Liga, aunque el técnico apostó por cambiar a una defensa de cuatro tras el descanso, dando entrada en ella a un mediocentro como Renato Tapia en lugar del sueco Starfelt, otro de los damnificados con la llegada del pontevedrés.
Ante el Betis, en el último partido, el peruano era baja por lesión, pero en su lugar, Giráldez volvió a reubicar como líbero a un centrocampista como Jailson, escoltado por Mingueza y Carlos Domínguez, convertido en fijo.
Sólo unas molestias del canterano hicieron que Unai Núñez saltase al campo en los últimos 9 minutos de juego, aunque el técnico reconoció que se trató de un cambio obligado. Mal momento sin duda para el vasco, justo cuando parecía ser un pilar de presente y futuro.