Desde el pasado 1 de septiembre, en el campo del Almería, el Celta de Vigo no celebraba una victoria en LaLiga EA Sports. Han tenido que pasar tres meses y medio para que al fin llegase la segunda, la primera además en Balaídos, en el último partido además en casa en el año del centenario del club celeste.
Por todo ello, Rafa Benítez, entrenador del conjunto gallego, mostró su satisfacción tras el triunfo de su equipo por la mínima ante el Granada (1-0), admitiendo que verse fuera de la zona de descenso, a la espera de lo que haga este domingo el Cádiz en su visita a Las Palmas, “siempre es bueno”, aunque sea algo anecdótico a estas alturas de la temporada.
“El hecho de que lo preguntes ya significa que la gente le da importancia. Siempre es bueno no estar ahí. A mí no me gusta mirar mucho la clasificación, pero cuando estás abajo no te queda más remedio y la tienes que mirar. Desde el punto de vista anímico, saber que no estás en descenso puede ser positivo”, aseguró.
“El equipo ha hecho muchas cosas que hace normalmente y hoy con la fortuna de que no hemos encajado gol. Con tarjetas y con un jugador menos, el equipo dio la cara hasta el final y bastante bien dadas las circunstancias”, añadió en rueda de prensa.
El entrenador madrileño felicitó a sus jugadores porque “todos merecíamos una victoria así”, y no quiso hablar de la expulsión con tarjeta roja directa de Iago Aspas por un pisotón por detrás sobre Melero en el minuto 80, porque “no quiero hablar más de los árbitros”.
Además, también hubo otra acción polémica al filo del descanso, tras un saque de esquina a favor del Celta, cuando Sergio Ruiz, centrocampista del conjunto nazarí, agarró por detrás a Jonathan Bamba cuando el jugador celeste se disponía a rematar, cayendo en el área ante la pasividad del colegiado Sánchez Martínez, que no decretó nada.
Por otro lado, Benítez elogió la “competitividad” de su plantilla pero admitió que en el segundo tiempo les costó “controlar” el juego de ataque del Granada, sobre todo porque jugaron “condicionados” por las numerosas tarjetas amarillas que recibieron.
“Los partidos hay que ganarlos metiendo más goles que el rival pero también hay que conseguir que no recibas goles. Si tienes ese equilibrio de no encajar y marcar estás en el camino correcto, esos equipos suelen ser los que salen campeones o consiguen sus objetivos”, sentenció.