LaLiga regresa este fin de semana con la disputa de la jornada 5 en Primera división. Los 20 equipos retoman la competición tras el parón por compromisos internacionales. El Real Club Celta de Vigo vive la nueva temporada con la intención de dejar atrás los problemas del pasado. Claudio Giráldez lidera un plantilla con fuerte apuesta por la cantera. La fallida etapa de Rafa Benítez y Luís Campos dio paso al aterrizaje del técnico gallego y la figura de Marco Garcés en la dirección deportiva. Los aficionados celestes poseen más ilusión en este inicio liguero, sobre todo, por la imagen mostrada en Balaídos.
La austeridad se ha instalado en las arcas del conjunto olívico. El alto finiquito que hubo que pagarle a Benítez así como otros problemas de índole financiero condicionan la temporada de la entidad. A pesar de todo, la fe en Giráldez, su metodología y valor a la cantera, ha cambiado el parecer para un grupo que desborda alegría en el terreno de juego. Y eso que los gallegos sólo firmaron tres jugadores en este mercado de verano y sin coste alguno: Borja Iglesias e Ilaix Moriba llegaron cedidos del Real Betis y el RB Leipzig, respectivamente. Además de Marcos Alonso, que aterrizó en las postrimerías procedente del FC Barcelona con la carta de libertad una vez finalizada su vinculación.
El Celta se marchó al parón con seis puntos de doce posibles. Casualmente, dos victorias cosechadas jugando como local. Pleno hasta la fecha. Doblegó al Deportivo Alavés (2-1) en la jornada inaugural. Empezó perdiendo, pero los tantos de Swedberg y Aspas le dieron la vuelta a la 'tortilla'. Idéntico guion se repitió una semana más tarde contra el Valencia. Fue un marcador más holgado (3-1). Mingueza, Aspas (otra vez) y Fran Beltrán anotaron para deleite del público.
Una imagen como local que choca radicalmente con los réditos obtenidos lejos de Vigo. Derrotas ante el Villarreal (4-3) y Osasuna (3-2). El equipo anota, pero se va de vacío. Es la gran asignatura pendiente de Giráldez, tal y como ha llegado a reconocer él mismo y el capitán Iago Aspas.
Este domingo se enfrentará al Real Valladolid (14.00 horas) y lo hará con el 'escudo' de jugar en casa ante un Balaídos decisivo en alentar a la entidad. Ya lo dice el término 'Afouteza'. Palabra acuñada por el celtismo que significa "la disposición de quien actúa sin temor a las dificultades o peligros" o bien "la seguridad que una persona demuestra en sí misma". Pues eso, los vigueses regresan a su 'zona de confort' este domingo.