El Cádiz CF continúa su búsqueda por el mercado de fichajes con la idea de reforzar la plantilla lo máximo posible. Aunque cada vez quede menos tiempo para el comienzo del nuevo curso, los clubes podrán aprovechar todo el mes de agosto para seguir buscando a los mejores futbolistas para sus equipos.
Por el momento, el club gaditano ha ido reforzando muchas líneas del equipo, destacando sobre todo la de centrocampistas con Alcaraz, Fede, José Mari, Gonzalo Escalante, Álex, Tomás Alarcón, Youba Diarra. Uno de los futbolistas que más ha sonado para incorporarse en la zona ha sido Jaime Seoane, jugador del Getafe, que a pesar de estar hace un año en el Huesca, ya había dejado claro que una de sus grandes ilusiones era vestir de amarillo.
El futbolista ya había anunciado que tenía muchas ganas de vivir el Cádiz, por lo que jugar en el equipo amarillo era una opción que tanteaba para su futuro profesional, sin embargo, el destino ha decidido llevarle por otro camino, concretamente, al Oviedo de Álvaro Cervera, con el que ha acabado cerrando su fichaje este viernes.
Para sorpresa del jugador, hace un año la entidad cadista estuvo pendiente de su figura durante el mercado de fichajes, con la idea de poder hacerse con sus servicios. Justamente Seoane había cortado su vínculo con el Huesca.
El centrocampista ha destacado a lo largo de su carrera por su calidad técnica, de hecho, su aportación al Huesca fue bastante buena, marcando a lo largo del curso 2021/2022 un total de 14 goles, posicionándose como el centrocampista más anotador.
Su gran nivel de rendimiento no solo hizo que fuera bastante reconocido, sino que le ayudó a que pudiera convertirse en un futbolista cotizado, lo que hizo que el Cádiz CF lo viera como un perfecto fichaje, sin embargo, a pesar de haber estado tan atento, salirse con la suya ha sido imposible debido al interés mostrado por varios equipos de Primera, como por ejemplo el Valencia, Celta de Vigo, Getafe, aunque finalmente, ganó el club madrileño.
Seoane nació en Madrid hace 25 años, formándose en la cantera del Real Madrid consiguiendo llegar a debutar en el primer equipo durante un partido de la Copa del Rey. Aunque no le hubiera llegado la oportunidad de seguir más allá del Castilla y siguiera su camino en el Huesca, en la segunda parte de esa misma temporada, volvió al cuadro oscense.