Sara Portillo Maya4 min lecturaEl Cádiz ha sido multado con 30.001 euros por la Sala de lo Social de la Audiencia Nacional por haber impedido el acceso a sus instalaciones a dos inspectoras de trabajo. El argumento para ello por parte del club es que no se podían interrumpir los entrenamientos ni romper la concentración de los futbolistas del equipo.
Informa la agencia EFE que los magistrados confirman la falta muy grave, impuesta por el secretario de Estado de Empleo y Economía Social. Pese a esto, se ha decretado un descenso, puesto que en un principio la sanción económica iba a ser de 72.000 euros. La Sala, en cualquier caso, considera que se debió a "un exceso de celo" y "no se ha apreciado ánimo defraudatorio alguno en la conducta, ni de ocultar eventuales lesiones que se estuviesen produciendo a los afectados con relación a sus derechos laborales o de seguridad social".
Hay que remontarse al 2 de marzo del 2022 para llegar al momento en que se produjeron los hechos. Ese día se quiso desarrollar una visita de inspección a la Ciudad Deportiva Bahía de Cádiz, en Puerto Real. La intención no era otra que examinar los contratos del equipo técnico. Fue le vigilante de seguridad que se encontraba en ese momento en el lugar el que dijo a las dos funcionarias que no podían acceder al recinto si no disponían de una autorización, aunque la ley así se lo permite.
Esta consulta fue elevada por teléfono al responsable de Seguridad. Del mismo modo, este dio la orden de que no dejaran pasar a las dos funcionarias por un motivo: "Los entrenamientos de los jugadores de fútbol no se pueden detener". En base a lo que aparece relatado en el fallo, hasta la entrada se personó el responsable de mantenimiento del recinto deportivo. Este alzó el tono de voz e increpó a las inspectoras alegando "que no se podía pasar, que no se puede romper la concentración de los jugadores y no se puede parar un entrenamiento".
No obstante, las dos inspectoras no desistieron en su firme intención de entrar. Así, el responsable de mantenimiento le respondió de la siguiente manera: "Que queréis que pierdan el partido el domingo", "de qué equipo sois, se nota que no sois del Cádiz", puede leerse.
Del mismo modo, según detalla la sentencia, a las instalaciones se acercó un miembro de la Dirección Deportiva. Este les ratificó que no se podía pasar puesto que los entrenamientos no podían interrumpirse. Eso sí, les ofreció una posibilidad: estar en una zona alejada del césped y que el equipo técnico fuera saliendo de uno en uno para responder a unas breves preguntas. La negativa de las inspectoras era rotunda.
Ya el 18 de marzo del mencionado año, el secretario general del club además de un miembro de la Dirección Deportiva acudieron a la Inspección de Trabajo. El motivo, el expediente abierto. Indicaron que se debió a un error en la coordinación y la visita se terminó completando semanas más tarde.