El Cádiz CF no solo consiguió sumar tres puntos el pasado viernes ante el Girona (2-0), los de Sergio González dieron una imagen muy pocas veces vista en los últimos tiempos, mostrándose seguros y muy superiores al rival. El equipo y la afición gaditana sabía desde el principio que el encuentro ante los catalanes se iba a ganar, una sensación que el Cádiz necesita alargar para conseguir el objetivo de la permanencia.
La derrota de la UD Almería ante el Real Betis y del Valencia ante el Athletic, además de la victoria amarilla, hará que el Cádiz acabe fuera de los puestos de descenso al finalizar esta jornada. Los gaditanos tienen 22 puntos, uno más que el Valencia y tres más que el Getafe, que todavía tiene que jugar. Además está muy lejos del colista, el Elche, que solo suma 9 puntos, también con un partido menos.
Aún queda un mundo, son muchas las jornadas para que esto acabe, pero lo que se vio ante el Girona es, sin duda, el camino a seguir. A priori, se ha acertado de lleno con los fichajes. La jerarquía en el centro del campo de Gonzalo Escalante, además de sus llegadas al área rival, es algo que el Cádiz necesitaba. Además la dupla que forma con Alcaraz en la medular es más que satisfactoria.
En el ataque, con Negredo lesionado, Sergio apostó por Roger Martí y Sergi Guardiola, otros de los nuevos y que también estuvieron a gran nivel. Parece que serán ellos dos quienes capitalicen la ofensiva, puesto que el 'Choco' Lozano tiene un papel más secundario y Ramos aguarda su oportunidad. Pero sobre todo se vio un equipo. Seguro que Ledesma no recordaba un partido tan tranquilo como el del pasado viernes, donde prácticamente no tuvo que intervenir.
Brian Ocampo es otro de los nombres propios del Cádiz hoy en día, pareciendo un futbolista nuevo al que llegó a la 'tacita de plata'. El uruguayo y Bongonda se han convertido en esenciales en las bandas. Los dos son muy distintos, pero cada uno a su manera aporta mucho al equipo.
"En el vestuario se respira un ambiente muy positivo", dijo Escalante tras la victoria ante el Girona, un ambiente que invita al optimismo, puesto que ahora los futbolistas sí que se creen que pueden hacer mucho más.
Con todo esto, los cadistas tienen motivos para soñar en una segunda parte del campeonato más tranquila, pudiendo dejar los puestos de descenso cada vez más lejos.