El entrenador que consiguiera ofrecer al público del Coliseum Alfonso Pérez y Mestalla la versión más exitosa de sus equipos en las últimas temporadas, José Bordalás, ha confirmado en una entrevista a Coaches Voice que tuvo recomendaciones en el entorno de ambos clubes para que no firmase. El entrenador alicantino, que primero estuvo al frente del Getafe (2016-2021) y luego del Valencia (2021-2022), no tuvo la mejor de salidas de sus antiguos equipos. En Valencia, de hecho, le hubiera gustado seguir.
A pesar de la coincidencia de que antes de fichar por los citados clubes le desaconsejaran fichar, los motivos son distintos. En el Getafe, por nivel: “La primera temporada del Getafe en Segunda arrancó con dificultades. Ocupaba los últimos puestos en la tabla cuando me llamaron. Recuerdo que muchos compañeros y amigos que habían visto al Getafe jugar me lo desaconsejaron. Lo veían no muy bien confeccionado y con malas sensaciones”.
Sin embargo, como él mismo reconoce en la misma respuesta, no tomo los consejos y, por suerte para los intereses azulones, la cosa salió bien: “Al final acepté, consciente del riesgo que asumía. Y la temporada resultó increíble”. Bordalás llegó en sustitución de Juan Eduardo Esnáider en la jornada 8 con un equipo repleto de jugadores con experiencia en Primera División que, a la postre, subió en los playoffs. Cuando lo cogió, el Getafe deambulaba entre la cola de la clasificación y la vigésima plaza.
Un año antes, Bordalás había subido al Alavés, pero no llegó a estrenarse en Primera con los babazorros: “Los problemas económicos por lo que atravesaba el equipo en ese momento trajeron cambios en la dirección del club y decidieron apostar por otro entrenador”. En concreto, por Mauricio Pellegrino. A pesar de ello, no guarda rencor a los vitorianos.
En el regreso a Primera del Getafe, Bordalás recuerda que el equipo logró conservar la base y comprar a varios jugadores como Djené, Ángel Rodríguez o Leandro Cabrera que hicieron al equipo “ambicioso, hasta ser capaces de pelear por puestos europeos, e incluso la Champions League”. El año del COVID, el Getafe se la jugaba a un partido contra el Inter de Milán en la reanudación de la Europa League en Alemania, algo que le vino mal al equipo: “No sé hasta dónde podríamos haber llegado en la Europa League de no ser por el COVID, pero lo que sí es cierto es que nos hizo mucho daño”. Antes, el equipo había doblegado al Ajax en dieciseisavos. El entrenador lamenta que al equipo le costara tanto rendir al nivel que venía haciendo antes de la irrupción del coronavirus en nuestras vidas.
Bordalás hace ahora un balance “muy positivo” de sus temporadas en Getafe. Al equipo lo dejó estabilizado en Primera y “por una ilusión que siempre había tenido”: dirigir al Valencia. También hubo gente cercana a él que le recomendó no firmar con Peter Lim “por la situación que vivía el club, que se había ido debilitando año tras año”. A pesar de la inestable situación del club, en la que jugadores que le hubiera gustado mantener en la plantilla salieron del club, el equipo tuvo un rendimiento “alto”.
El reto de ganar la final de Copa del Rey ante el Real Betis hizo que Bordalás sacrificara la liga, “incluso llevando jugadores del filial y del juvenil contra el Villarreal”. Acabaron novenos en liga y perdiendo la final de la Cartuja. Aun así, reconoce que le hubiera gustado seguir esta temporada de Valencia, “pero todo tiene un período”.
En la entrevista, el entrenador no menciona nuevos retos en su cabeza ni valora a sus anteriores clubes, pero sí hace mención a su estilo: “Sobre mi manera de entender el juego, creo que la persona que tiene la capacidad para analizar y ver el fútbol desde una perspectiva natural y sin ningún tipo de interés, sabe que yo soy un entrenador que me gusta atacar”. Ahora, dice, la intensidad que tanto se criticaba a sus equipos es un elemento fundamental en el fútbol de élite.