No es habitual ver a un jugador tan joven, un recién llegado a Primera división, con unas ideas tan claras como las que expresa Iker Losada (23 años) cada vez que se coloca ante un micrófono. Desde su fulgurante irrupción en el primer equipo del RC Celta de Vigo, con un gol al Real Madrid en la 19/20, a su desaparición del conjunto celeste, su resurgir en el Racing de Ferrol y su fichaje por el Real Betis. Estos altibajos han forjado un futbolista que exhibe madurez y que tiene clarísimo lo que quiere y cómo puede conseguirlo: trabajando. Por eso, admite que debe esforzarse y mejorar mucho más antes de estar en disposición de reclamar más protagonismo como verdiblanco. Agradece la confianza que le han demostrado los heliopolitanos, cierra cualquier vía hacia una salida en el mercado invernal y aclara que los rumores de su vuelta a Balaídos tenían más ficción que realidad. Igual, aquel jugador de 18 años que debutó en LaLiga no habría sido capaz de llevar este salto de nivel, pero el de Catoira tuvo una charla que hizo 'click' en su cabeza y que ha marcado su carrera.
"Estoy muy bien en el Betis. La competitividad aquí da gusto, con toda esa camada de mediocentros y mediapuntas que tenemos. Competir todos los días con gente de este nivel es otro rollo. Me encanta... me pone 'cachondo'. Desde pequeño sueñas con jugar en Primera y tener en tu posición a jugadores como Isco o Gio (Lo Celso) da gusto", explica el mediapunta de Catoira en una desenfadada entrevista concedida al canal de TQHT Podcast -que sigue la actualidad del RC Celta- durante una visita a Galicia el pasado fin de semana, en los dos días libres que le dio Pellegrini a la plantilla verdiblanca aprovechando el parón liguero.
"La verdad es que cuando me llega la oferta del Betis pienso en que me viene grande, pero luego hablo con Manu (Fajardo), el director deportivo, y me demuestran que esto era otro rollo. Yo estaba acotumbrado al Racing de Ferrol y a la cantera del Celta, pero me di cuenta de que llegaba a un grande de España, a un club donde la presión es alta", manifiesta el mediapunta de 23 años, que admite como algo normal que le esté costando tanto hacerse con minutos y que Pellegrini decidiese dejarle fuera de la lista de inscritos para la Conference League: "Todos queremos estar y jugarlo todo, pero el míster me dio sus razones y yo las tengo que entender. Ya es importante que venga a darme explicaciones".
"Esa charla con Claudio Giráldez es la mejor de mi vida. Fue sólo conmigo y ambos nos abrimos, nos dijimos cosas y ya está. Fue en Zaragoza, teníamos un torneo de cantera, me cambió y yo tuve un mal gesto con él. Cosas de niños, que ahora me veo y es para darme dos hostias. Cuando se me pasó la bronca, fui a hablar con él. Jugamos por la mañana y esto fue por la noche, antes de la cena. Le pedí perdón, obviamente, empezamos a hablar y ahí fue donde me abrió los ojos para decir 'Tienes que madurar'. Esa charla me cambió y me la llevaré conmigo a la tumba", recordó Iker Losada, agradecido al técnico gallego.
El director deportivo del Celta, Marcos Garcés, ya deslizó que estaban lejos de poder fichar a Iker Losada, algo que el propio canterano celeste confirma: "Lo del Celta de este verano estuvo más lejos de lo que la gente decía. Yo me quite X (antiguo Twitter) porque leía cada cosa... cada día me daba más rabia y me aparté de todo. Estaba decidiendo qué hacer con mi futuro y llegó el Betis. No puedes decirle que no a un club 'top' de España, con el que vas a jugar tres competiciones. Soy una persona muy competitiva y odio perder. Pierdo muchas veces, pero lo odio y no vais a encontrar a nadie más picado que yo. El competir con Isco, estaba aún Nabil Fekir, llegó Gio... Es lo que buscaba. Quiero minutos y eso influye, pero sé que competir con estos jugadores con tanta experiencia me hará mejorar para poder tener esos minutos. Estoy muy contento en el Betis, estoy aprendiendo mucho", insistía el '16' verdiblanco, descartando una salida.
En el Betis, su principal apoyo es el portero gallego Fran Vieites, según confesó, entre risas revelando que el meta le recrimina que no quiere quedar con él y siempre se queda en casa. Como verdiblanco, su momento más especial ha sido el último partido, ante su familia: "Jugar contra el Celta fue una satisfación y un orgullo. Decía 'Estoy en Primera y voy a disfrutar de mi trabajo contra el club que me vio crecer, el entrenador que me tuvo de pequeño y muchos compañeros que me acompañaron en la cantera'. En nuestro estadio, con toda la gente... No podía pedir más. Bueno... podría haber metido la ocasión que tuve, pero la fallé", decía con hilaridad en 'Tenías que haber tirado'.