"El Betis juega muy bien; el año pasado tuvimos dos partidos complicados contra ellos. Es un equipo que practica muy buen fútbol y que tiene mucha experiencia, por lo que hay que presionar bien y tener cuidado; va a ser un buen partido", aseguraba tras el triunfo ante el Espanyol un Toni Kroos con el que coincidía Thibaut Courtois, socio de Borja Iglesias en la empresa de videojuegos DUX: "Mi amigo el 'Panda' está muy bien y el Betis juega muy bien al fútbol, con mucha experiencia. Tenemos que presionarles bien, va a ser un buen partido antes del primero de Champions. Será el primero en casa; queremos ganar, pero sabemos que será duro". Unos halagos quizás protocolarios, pero plenamente justificados. No en vano, el cuadro heliopolitano comparecerá en el Santiago Bernabéu dependiendo de sí mismo para terminar la jornada 4 como líder en solitario, ya que es el único que sigue la estela del Real Madrid en el coliderato de la clasificación de Primera, y para ampliar a seis las visitas sin perder allí (de momento, van cinco y con la puerta a cero).
Un encuentro, sin duda, especial para Dani Ceballos, habitual cada vez que el calendario lo permite en la grada del Benito Villamarín o en el palco privado de turno para seguir las evoluciones del equipo de sus amores, con el que se volverá a reencontrar por undécima vez desde que se marchara en el verano de 2017. Casi desde la siguiente ventana de transferencias, su retorno ha sido una especie de 'MacGuffin', utilizando el argot cinematográfico. Un aliciente inconcluso. Esa especie de deseo de todos que no se cumple nunca. Tampoco será esta vez, aunque parecía encaminado. De nuevo, como en los anteriores mercados, la falta de fondos y las apreturas salariales del Real Betis impedirán hacer un esfuerzo más allá de inscribir a los dos que faltan, Bravo y Willian José, con Camarasa esperando hasta enero.
En el mejor de los casos, si hay alguna venta importante o los verdiblancos se deshacen de varios descartes que dejen réditos en La Palmera, de nuevo Bellerín le adelantará por la derecha, como en el verano de 2021, cuando la grave lesión de Sabaly obligó a Cordón a priorizar el lateral derecho. Ahora, el esfuerzo del catalán, amigo de Ceballos, para rechazar todas las propuestas y presionar al Arsenal para que lo libere merecen un premio, todavía en el aire. Esta semana no es propia para guiños, aunque han sido decenas del utrerano desde que se marchó. Nunca ha ocultado su deseo de desandar lo andado, aunque el propio Ancelotti confirmó que se queda en el Madrid tras la marcha de Casemiro, sin descartarse una renovación. Otra vez será... o no.