En los últimos mercados, el Betis ha convertido en una práctica habitual reservarse porcentajes del pase de los futbolistas transferidos de cara a una futura venta independientemente del montante del traspaso para disponer de la posibilidad de obtener tajada si explotan en sus nuevos destinos.
Así lo hizo por ejemplo este verano con los canteranos Ismael Sierra y Rober González, quedándose con un 45% y un 40%, respectivamente, en los acuerdos alcanzados con el Estoril y el NEC Njimega, y, sobre todo, en el caso del extremeño, es muy posible que le reporte réditos de un tiempo a esta parte.
Por el contrario, la dirección deportiva cerró una operación similar hace dos veranos con la venta del pivote Paul Akouokou al Olympique de Lyon y el resultado ha sido muy diferente. Por entonces, los verdiblancos ingresaron tres millones de euros y se guardaron un porcentaje del 30% de los derechos del cosmarfileño de 26 años con la esperanza de que rindiera a un alto nivel en el Groupama Stadium para llevarse un trozo del pastel en un traspaso. En cambio, a día de hoy hacer negocio por Akouokou se presenta completamente imposible para los verdiblancos, pues está sumido en un ostracismo absoluto.
Ya la campaña pasada, tras la destitución de su gran valedor Laurent Blanc, desempeñó un rol muy secundario, pues únicamente disputó 318 minutos repartidos en nueve partidos, pero en la actual, como ha podido saber esta redacción, está apartado del equipo y no ha entrado en ninguna convocatoria hasta la fecha.
Tras superar una lesión que lo ha mantenido en el dique seco durante varios meses, el costamarfileño no se entrena con el resto del grupo a las órdenes de Pierre Sage, sino con el grupo de descartados, como Lovren, a la espera de que en enero se pueda producir una salida. Ya en verano estuvo en el punto de mira del Sivasspor turco, pero finalmente se quedó en el Lyon y los medios locales ya calificaron de catastrófica esta operación.
La idea es que este invierno encuentre acomodo en otro club para tratar de relanzar su carrera, pero, obviamente, ante su falta de protagonismo, no reportará beneficios a los heliopolitanos, que ya se pueden dar por satisfechos con los tres millones obtenidos por su traspaso.
Akouokou tiene contrato hasta 2027 y lo más lógico sería que en enero saliera cedido con la esperanza de que revitalice su carrera en otro equipo de menor envergadura.
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