Historia viva del Real Betis, Joaquín Sánchez no dudó en seguir ligado al club de su vida tras colgar las botas en 2023. Primero lo hizo en el marco de las relaciones institucionales y desde el pasado verano, colaborando también en la dirección deportiva que comanda Manu Fajardo. De una forma u otra, el portuense, que además es un accionista de peso de la entidad, trabaja para poner su grano de arena y está convencido de que el proyecto que lideran Ángel Haro y José Miguel López Catalán, presidente y vicepresidente, respectivamente, está en el buen camino.
"Ese es el compromiso mío. Mi fe y mis ganas, mi ilusión y el creer que sí. Creo que podemos hacer historia. Este club tiene su historia, es rico en historia en todos los sentidos. Yo tengo mucha fe y creo mucho en lo que se está haciendo. No va a ser fácil, seguro. De hecho no lo está siendo, pero mi compromiso con el club es ese. La fe y el compromiso que tengo porque seamos un club estable, fiable y que cada vez la gente se identifique más con lo que estamos haciendo", ha asegurado en el programa 'Béticos' de la televisión oficial del club.
El futbolista que más veces ha vestido en la historia la elástica de las trece barras se siente arropado en sus nuevas labores y se muestra satisfecho por ello. "Ya siendo futbolista había esa relación. Sabiendo mi compromiso en todos los sentidos ellos me han dado la confianza absoluta y esa libertad para desenvolverme de esa manera donde yo me siento más a gusto. Trabajar al lado de la dirección técnica y en el club, tanto con Ángel como con Josemi, es maravilloso. Contamos las cosas como son. El día a día es importante. En eso me siento importante. Trasladar las cosas que no se ven también ayuda. Estoy feliz. Aprendiendo, ayudando y siendo un eslabón de esta cadena", explicó.
Además, en su día a día, trabaja codo con codo con Rafael Gordillo, presidente de la Fundación RBB y director de relaciones institucionales del club de La Palmera, al que colma de elogios. "Estar con Rafael es una satisfacción enorme. Ya no por ser quién ha sido, que lo es, sino por cómo es el gordo. De verdad te lo digo. Lo admiro como futbolista pero como persona... Es para comérselo todos los días", destacó.
Por otro lado, Joaquín también se refirió a sus inicios como futbolista, antes de dar el salto al primer equipo, desvelando que estuvo a punto de abandonar la disciplina verdiblanca en la campaña 99/00, pues no tenía las oportunidades que deseaba en el filial. "Aquella temporada, fíjate lo que es la vida, yo llego al Betis Deportivo y yo no soy un jugador importante. Fue un año complicado y al final terminamos descendiendo. De hecho, llega un momento en el que me planteo irme, porque yo veía que tenía pocas opciones. El entrenador era Esnaola, y las oportunidades iban a ser pocas. Por lo que sea. Y a mitad de temporada, hablo con él y le dije: 'Míster, yo veo que estás contando poco conmigo y yo las opciones que veo son irme cedido y cambiar de rumbo'. En aquella época, Quijano y Valenzuela son los que me frenan", desveló el ex capitán, al que también frenó su padre: "Ha sido el mayor defensor mío y el que siempre me ha dicho que estuviese tranquilo, pero es verdad que él veía que yo estaba un poco aburrido. Es algo que me ha pasado toda la vida, yo estaba feliz jugando al fútbol. Pero al final, me quedé".