La deuda de Víctor Camarasa con el Betis

El nuevo futbolista del Real Oviedo resume su estancia en el Real Betis en una emotiva entrevista en la que desgrana cómo vivió los peores momentos de su carrera deportiva y, aun así, considera que sus años en Heliópolis son los mejores de su vida

La deuda de Víctor Camarasa con el Betis
Camarasa sólo tiene palabras de agradecimiento para el Betis. - @vicama8
Aitor TorviscoAitor Torvisco 6 min lectura

"Hasta que no estás ahí no te das cuenta de cómo se vive. Es muy diferente a todo lo que vives en el fútbol. Es otro ambiente, otra forma de vivir. Todo el mundo te conoce, es otro nivel. Es Betis o Sevilla. Tanto para bien como para mal, porque si las cosas van bien es algo increible, pero si van mal tienes que ser fuerte. Es una afición muy exigente", con estas palabras, el nuevo jugador del Real Oviedo Víctor Camarasa trata de explicar lo importante que el Real Betis ha sido en su vida. El centrocampista valenciano, que ha tenido muy mala suerte con las lesiones, se siente en deuda eterna con la entidad verdiblanca por lo bien que le ha tratado y lamenta no haber podido corresponder la confianza de Manuel Pellegrini, que contaba con él a su llegada al banquillo del Benito Villamarín en el verano de 2020.

"El Betis me ayudó mucho. Me renovaron para que me recuperara con ellos. A mí me daban igual los contratos, yo quería recuperarme allí porque tienen grandes fisioterapeutas y recuperadores, además de unas grandes instalaciones. El resto me daba igual", señaló sobre el detallazo del club heliopolitano, al ampliarle el contrato que expiraba en junio de 2022 para no dejarle tirado en plena recuperación de rodilla. Camarasa, de hecho, dejó algunos de los momentos más icónicos de la final de la Copa del Rey, cuando no era capaz de frenar los nervios en el banquillo y 'se olvidó' de las muletas en la celebración.

"Me operaron el cruzado y de esa primera operación estoy bien. El problema es que te hacen la plastia con el rotuliano y cuando pasó el tiempo me empezó a molestar el rotuliano. Llevo 100 minutos en dos años. Hice todo lo posible para no operarme, pero ahora no me arrepiento para nada. Le estoy muy agradecido a los doctores del Betis", remacó el valenciano en una entrevista para la Cadena Cope en la que expresó su deseo de volver a sentirse futbolista en el Oviedo y repasó su tortuosa pero inolvidable estancia en La Palmera, donde le prometieron contar con dorsal si no encontraba equipo en este mercado de enero.

"Fichar por el Betis me cambia la vida. No podía ser más feliz, pero soy muy crítico conmigo mismo y la primera temporada no dije 'Joder, qué bien he estado'. A nivel colectivo entramos en Europa y a nivel individual jugué mucho en la primera vuelta, no tanto en la segunda. Soy autocrítico y podía haber dado más. Estaba en todo un Betis", señala con tono autocrítico sobre ese período anterior a las lesiones. Cuando buscaba mejorar ese primer año, llegó la primera dolencia grave de rodilla y un calvario que puso a prueba su fortaleza mental.

"No tenía prisa, quería recuperarme bien. Tuve momentos complicados, fases. En cuanto a mi cabeza he sido fuerte. Tuve bajones de días pero nunca de bajarme del barco. Tenía pareja y ella sí sabía de esos bajones que mucha gente no conocía, pero en ocasiones me escondía y ni ella se enteraba. Lo llevaba por dentro, no me gusta que mi gente me vea mal. Me recuperé y volví en pretemporada, pero caí lesionado del isquio cuando mejor estaba".

Recuerdo un partido que iba a jugar de titular contra el Alavés después de un parón de selecciones, y esa noche lo pasé fatal. Dolor de estómago, vómitos... no dormí. Tuve que despertar al doctor de madrugada y estaba reventado al día siguiente. No pude jugar. Y a los tres días me lesioné del isquio", comenta Camarasa sobre su segunda etapa en el Betis, después de encadenar cesiones en el Cardiff City, el Crystal Palace y el Alavés.

La llegada al Betis de un entrenador como Manuel Pellegrini, que se había enfrentado a él durantes sus etapas en el Manchester City y en el West Ham y que es experto en sacar la mejor versión de sus jugadores, le abrió una puerta a la esperanza. Vuleve de vacaciones con pocas esperanzas de quedarse pero el chileno le dijo que contaba con él. "Regreso al Betis y justo llega Pellegrini, que me había visto en la Premier League, le gusté y me dijo que tenía confianza en mí, pero no me dio tiempo. Me rompí la rodilla el 20 de agosto de 2020, en la pretemporada", lamenta Víctor Camarasa, que se siente en deuda con el Betis y con su entrenador. Será un bético más desde tierras asturianas.