El pasado verano se llegó a plantear en Heliópolis la posibilidad remota de que el canterano Ismael Sierra contara con un sitio en la primera plantilla bética como cuarto o quinto central después de haber contado para Pellegrini en pretemporada. El central oscense regresó en verano de una fructífera cesión en el Teruel en Primera RFEF y llamó la atención del técnico bético, que lo utilizó en la mayoría de amistosos de preparación.
Más allá de la opción de quedarse, lo más lógico era que renovase su contrato para salir cedido, pero finalmente se marchó traspasado al Estoril Praia, lo que suponía un salto a la elite portuguesa que el futbolista no quiso dejar escapar. Así, el Betis alcanzó un acuerdo con la entidad lusa y se reservó un elevado porcentaje de su futura venta que se eleva al 45%, por lo que, obviamente, en Heliópolis están muy pendientes de sus evoluciones de cara a hacer caja más adelante si explota en Portugal.
Lo cierto es que su comienzo en el Estoril no resultó de lo más halagüeño, pues no contó en absoluto en los planes del técnico y no se estrenó hasta el pasado 20 de octubre en la Taça de Portugal contra el humilde Lusitano Evora, contra el que salió desde el banquillo y disputó 58 minutos -se llegó la prórroga y a los penaltis-. El Estoril cayó sorpresivamente eliminado, por lo que no fue el mejor de los estrenos para Sierra ni una noticia positiva para el Betis.
Sin embargo, el Estoril tomó poco después una decisión que sí resulta interesante para los heliopolitanos tanto en cuanto le otorgaría más minutos y continuidad aunque posiblemente no sea la situación ideal para el jugador. Y es que, de momento, la entidad lusa ha decidido bajarlo al filial sub 23 para aportar experiencia y subir el nivel del equipo. Lo cierto es que Ismael Sierra, a sus 21 años, no ha tardado en destacar en el segundo equipo, pues en su primer encuentro, ante el Benfica sub 23, jugó los noventa minutos y contribuyó a la meritoria victoria por 4-3 con un tanto, el que supuso el empate a tres goles con un certero cabezazo.
Este protagonismo en el filial supone un paso atrás para dar dos adelante, pues coge rodaje y confianza y llama la atención del técnico del primer equipo Ian Cathro, que apenas lo ha visto en acción al no darle apenas oportunidades. Sin duda, puede ser la puerta para renacer y revertir su situación, en cierto modo esperada al llegar a un equipo con la defensa hecha.