Antonio José Medina6 min lecturaLa contundencia de Griezmann y los errores de Rui Silva decantaron un partido en el que el Real Betis fue mejor, tuvo el balón y la mayoría de las ocasiones, pero se marchó con una derrota que puede ser decisiva de cara al devenir liguero. Ni siquiera la reaparición estelar de Fekir dio para equilibrar un choque del que se acordarán en la parroquia verdiblanca.
Manuel Pellegrini apostó de inicio por William Carvalho de mediapunta, asumiendo el trabajo que habitualmente hacen Sergio Canales y Nabil Fekir; y el portugués estuvo a altura, liderando un ataque que dio muchos quebraderos de cabeza a una de las mejores defensas del campeonato.
El Betis tomó desde el principio y asumió el control del balón ante un Atlético replegado, claramente posicionado para buscar las contras y tratar de aprovechar los espacios. Ante la falta de espacios, Guido Rodríguez y William Carvalho lo intentaron de lejos, pero sus disparo se les fueron desviados.
El Atlético tarde veinte minutos en aparecer por las inmediaciones de la portería de Rui Silva y lo único que logró es que, en el esfuerzo, Luiz Felipe se rompiera. Eso pareció adormecer a un Beis que muy pronto volvió a asumir el mando y a llegar con más ahíco si cabe a la portería de Oblak. Con Sabaly y Álex Moreno buscando las bandas y con un Borja Iglesias que abría espacios, las ocasiones acabaron llegando. Luiz Felipe, con un disparo que se le fue arriba, tuvo la más clara. Borja no se quiso quedar atrás y la primera que tuvo de cara la mandó para que Oblak se estrenara. Y hasta Guardado tuvo su protagonismo al borde del descanso con un disparo de falta que sacó el meta esloveno.
El Atlético trató de adelantar líneas en el arranque de la segunda mitad y se encontró con un Betis que, con espacios, empezó a correr. Fruto de ello llegó el gol de Luiz Henrique, que fue anulado por fuera de juego de Borja Iglesias.
Daba más sensación de peligro el Betis, pero el Atlético tiene jugadores de primer nivel mundial que, cuando aparecen, marcan la diferencia. Eso hizo Griezmann. Fue en un córner que colocó en el primer palo, no remató Saúl, pero engañó a Rui Silva, que se 'comió' la pelota. Gol olímpico que situaba el partido donde el Atlético mas cómodo se siente.
Pellegrini dio entrada a Joaquín y Juan Cruz para meter velocidad arriba, pero el Atlético ya no reculó, como en la primera parte, y pese a ceder la posesión, siguió presionando arriba para tratar de robar y aprovechar los espacios que el Betis dejaba. Fruto de ello llegó el segundo gol de Griezmann, que aprovechó el error en la salida de Víctor Ruiz y una tarde poco fina de Rui Silva para batirle por bajo.
La entrada de Fekir, a un cuarto de hora del final, dio otro aire a un Betis que ya sí se instaló en campo rival. El francés asumió el ataque verdiblanco, pidió el balón y las oportunidades empezaron a llegar.
Borja Iglesias tuvo la primera, pero su disparo mordido acabó en las manos de Oblak; Juan Cruz tuvo la segunda, pero su disparo, solo, se le fua alta; y la tercera, una falta lanzada por el campeón del mundo, acabó en la escuadra de Oblak.
El Atlético acusó el gol y se descolocó en los últimos minutos, en los que el Betis pudo empatar, sobre todo, con un cabezazo de Álex Moreno que acabó en el larguero. No lo logró y cedió un partido importante que, aunque aún es pronto, puede valer una Champions.
Real Betis: Rui Silva; Sabaly (Aitor Ruibal 75'), Pezzella, Luiz Felipe (Víctor Ruiz 19'), Álex Moreno; Guido Rodríguez, Guardado (Fekir 75'); Luiz Henrique (Joaquín 65'), William Carvalho, Rodri (Juan Cruz 65'); y Borja Iglesias
Atlético de Madrid: Oblak; Nahuel Molina, Savic, Giménez, Reinildo; Correa (Joao Felix 75'), Kondogbia, Witsel, Saúl Ñíguez (De Paul 86'); Griezmann (Carrasco 75') y Morata (Matheus Cunha 59').
Goles: 0-1 (54') Griezmann; 0-2 (70') Griezmann; 1-2 (84') Fekir.
Árbitro: Gil Manzano (extremeño). Amonestó a Nahuel Molina, Morata, Kondogbia, Guido Rodríguez y Rui Silva.
Incidencias: Jugado en el Estadio Benito Villamarín. 50.179 espectadores. El partido estuvo bremente parado tras sufrir un desmayo un espectador, que acabaría recuperándose.