Pocos apostaban por la continuidad en el Real Betis de William Carvalho más allá del 30 de junio de 2023. Con media docena de ofertas sobre la mesa, como hace un año, el mediocentro se negó a salir en un momento tan crucial tanto en lo personal (está a punto de ser padre por segunda vez) como en lo deportivo (a poco más de tres meses del Mundial de Qatar), pero tampoco aceptaba los intentos verdiblancos de prolongar su vinculación con una oferta a la baja, que habían aceptado 'pesos pesados' como Borja Iglesias, Canales o Fekir. Al igual que Bartra, otro con su mismo horizonte contractual (traspasado a la baja al Trabzonspor), el futuro del internacional portugués parecía encaminado a agotar su vida laboral en Heliópolis para marcharse gratis, incluso con una prima de fichaje, el verano que viene. Por eso, Fulham, Monza, Nottingham Forest, Trabzonspor, Fenerbahce o Galatasaray tiraron la toalla antes del 1 de septiembre.
Sin embargo, la insistencia de Antonio Cordón, amén del gesto de los consejeros al aportar dinero de su patrimonio personal y de muchos compañeros al diferir sus emolumentos a la próxima campaña para que cuadraran las cuentas y pudieran ser inscritos Bravo y Willian José, los últimos que faltaban en la semana del 'deadline' estival, propiciaron un cambio drástico en los planes del '14', que insistía en exigir tres años y tres millones de euros netos a quien llamaba a su parte. Contra todo pronóstico, William se puso de acuerdo con los dirigentes béticos para ampliar su vínculo hasta 2026 dentro de las posibilidades de la institución de La Palmera, una alegría enorme para el vestuario y el entrenador, claves en la confianza disparada del luso-angoleño.
Llegados a este punto, cabe plantearse si que siga Carvalho afectará a las posibles contrataciones de Dani Ceballos y Houssem Aouar, que no vinieron en la última ventana por dos razones fundamentales: no había fichas libres (especialmente, en la sala de máquinas) ni (lo primordial) margen salarial para encajar al utrerano y el franco-argelino. Con WC14 en la ecuación cuando se suponía que debería ser sustituido, el debate está abierto en el seno del club hispalense, donde son conscientes de la oportunidad de mercado que existirá en la 23/24, ya sin necesidad de pagar traspaso por dos futbolistas cotizados y aún jóvenes como el '19' del Real Madrid y el '8' del Lyon, que no renovaron ni renovarán. Igual que con otros a los que tampoco se alcanzó esta vez, caso de Bellerín, aunque el Barça se planteará a partir de las próximas Navidades ofrecerle la continuidad.
De un lado, el lionés no lo está pasando bien en su casa. Tras ser sustituido en la primera jornada a la media hora por la expulsión del portero Anthony Lopes, no ha vuelto a jugar. Y casi no hay noticias al respecto, porque a la filtración de que arrastraba ciertas molestias contestó recientemente el mediocentro con un post en sus redes sociales ejercitándose, aunque cariacontecido, junto a sus compañeros. Por su parte, la marcha de Casemiro ha hecho a Ceballos subir un peldaño en la rotación de Ancelotti, que le ha dado minutos, si bien todavía pocos, en casi todos los encuentros oficiales hasta la fecha. Un 'caramelito' con el que parece conformarse, aunque siempre con 'su' Betis en la mente, con guiños constantes y confesiones en privado.
Sea como fuere, aunque se cuente con la posible marcha de Guardado cuando finalice contrato el 30 de junio de 2023, que no lo haga Carvalho propiciará, según ha podido saber ESTADIO Deportivo, que sea complicado ver a Dani y Houssem desembarcando juntos en el Benito Villamarín. Incluso si sale también Paul o Guido Rodríguez es la gran venta (lo primero es probable, pero con el argentino se acercan posturas para su renovación más allá de 2024). Tanto el utrerano como el francés pueden actuar en un doble pivote, pero con un '5' más puro y defensivo al lado. La idea era que ambos llegasen para relevar al portugués y al mexicano, aunque con el primero en la plantilla, no habría tanta urgencia. Y, a día de hoy, se antoja más cercano el estreno que la repatriación.
Así lo indicaría la reciente visita del entorno de Aouar a La Palmera, invitado por la familia Fekir, con el que es más que posible una convivencia. Cuando ambos actuaron en el OL, Nabil se mantenía como mediapunta o segundo delantero, actuando su paisano bien como mediocentro o escorado a la izquierda. Ahí, como complemento de Juanmi (pese a que se estudian alternativas, claro, desde la misma Ligue 1), la encaja cada vez más a Manuel Pellegrini, que prefiere a Houssem más cerca del área. Esta reubicación abriría la posibilidad a que coincidiera aquí con el utrerano, si bien en la planta noble del Villamarín tienen claro que esta vía es la más improbable y pasaría por una subida grande de ingresos en forma de clasificación para la Champions y una gran venta (o dos, mejor).