Una de las claves del buen rendimiento del Betis, una vez cumplido ya casi el primer tercio del campeonato, reside en su seguridad defensiva. Con diez goles recibidos en doce jornadas, el equipo adiestrado por Pellegrini firma la cuarta mejor marca en este sentido en la historia verdiblanca. Un registro que responde al compromiso de todo el bloque, aunque obviamente hay algunos nombres propios que destacan, como sucede en el eje de la zaga.
Tras la salida el pasado verano de Chadi Riad y Germán Pezzella, la dirección deportiva que comanda Manu Fajardo apostó por firmar a Diego Llorente, que está rayando a un gran nivel e incluso aparece en las quinielas para volver a la selección española, y Natan de Souza. El brasileño no fue la primera opción, pues se negoció durante mucho tiempo con su compatriota Vitao y también con el francés Soumaïla Coulibaly. Pero finalmente, los técnicos vieron en el ex canterano de Flamengo una gran oportunidad de mercado, al acceder el Nápoles a su cesión, tras haber pagado 10 millones de euros por su traspaso sólo un año antes.
Tras debutar en la segunda jornada frente al Alavés, Natan jugó siete encuentros consecutivos en LaLiga de forma completa, además de los cuatro disputados en la Conference League, ofreciendo un gran rendimiento. Sin embargo, su lesión en la recta final del derbi ha abierto un nuevo escenario para él. Sin perderse ningún partido, reapareció de forma casi milagrosa ante Osasuna, pero fue expulsado cuando apenas llevaba dos minutos sobre el campo. Eso le hizo ser baja ante el Atlético de Madrid, viendo como Bartra ha aprovechado sus ausencias para arrebatarle la titularidad, pasando a jugar con la 'unidad B' en Copa del Rey y gozando de apenas un minuto en el último choque liguero frente al Athletic Club.
El choque de este próximo jueves ante el Celje en la tercera competición continental se antoja como una nueva oportunidad para el ex zaguero del Bragantino, aunque su titularidad ante el conjunto esloveno dejaría entrever al mismo tiempo que ha pasado a ser el tercer central para Pellegrini, lo que compromete al mismo tiempo su futuro. No en vano, no hay que olvidar que se encuentra cedido y mantiene contrato en vigor con el Nápoles hasta 2028.
En el acuerdo con el club italiano, el Betis abonó un millón de euros por el préstamo y se guardó una opción de compra a final de curso por otros 9 kilos. Cuando finalice la temporada, la dirección deportiva deberá evaluar su rendimiento para decidir si se ejerce la misma o no, pero si hace unas semanas se daba por hecho de que se trataba de un negocio redondo, su nuevo estatus hace que surjan las dudas, pues se trata de un desembolso importante. También el jugador querrá conocer cuál es el papel que le espera de aquí a final de temporada.