Óscar Murillo3 min lecturaLa Ciudad del Fútbol de Las Rozas acogía este martes 22 de noviembre la primera toma de contacto entre los cuatro clubes participantes en la próxima Supercopa de España, torneo que tendrá lugar en Arabia Saudí entre el 11 y el 15 de enero de 2023, y la RFEF. Una productiva reunión de trabajo en la que se han tratado aspectos como la normativa y VAR de la competición, la asignación de hoteles y campos de entrenamiento, el aforo y el precio de las entradas o los actos protocolarios y las acciones de marketing que se llevarán a cabo en Oriente Medio.
Presidido por Andreu Camps, secretario general de la Española, el encuentro ha contando con una amplía representación de los clubes protagonistas (Real Madrid, FC Barcelona, Real Betis y Valencia CF) y con diferentes personalidades de las áreas implicadas de la entidad federativa. Luis Medina Cantalejo, presidente del Comité Técnico de Árbitros, también estuvo presente en una cita a la que seguirá un viaje a Riad para ultimar 'in situ' todos los detalles logísticos de un torneo que ha disparado su popularidad y su prestigio en los últimos años, especialmente desde su conversión en una 'final four' entre los campeones y subcampeones de LaLiga y la Copa del Rey, así como desde la alianza con la empresa de organización de eventos Kosmos, propiedad del ex central culé Gerard Piqué.
Ya desde las primeras ediciones crearon mucha polémica los criterios determinados para el reparto del dinero que la familia real saudí, con Salmán bin Abdulaziz a la cabeza, pagaba a Rubiales por trasladar allí la Supercopa, dadas las enormes diferencias de Madrid y Barça con el resto. En la próxima entrega, de hecho, el Betis, que no tiene tradición en el torneo ni en el formato, se embolsará apenas 750.000 euros por participar, menos de la mitad del montante del equipo al que ganó en la final del torneo del K.O. el pasado 23 de abril en el Estadio de La Cartuja. En este sentido, como ya ocurriera durante las reuniones previas a ese 'Día D', la institución presidida por Ángel Haro tratará de conseguir algunas ventajas que compensen ese agravio, si no es subsanable a estas alturas.
Así, como quiera que no se espera ni mucho menos un desplazamiento masivo de aficionados a Arabia Saudí, la lucha estará en mejorar el caché, que se vería incrementado, obviamente, en caso de ganar al Barça y plantarse en el último partido, con diferentes bonus. Más recientemente, el Betis llegó a un entendimiento con la RFEF a la hora de negociar, junto a otros clubes de Primera división, la nueva Ley del Deporte, que era mucho más favorable a los poderosos.