Nunca le había faltado actitud y nadie dudaba de su aptitud, pero el caso es que la primera temporada de Ez Abde como jugador del Real Betis, números aparte (cinco goles en 38 apariciones, pero sólo uno en LaLiga, con menos de 1.000 minutos), fue decepcionante. También para el de Beni Melal. Y no porque le pesara ser el fichaje más caro del verano en verdiblanco (se pagaron al Barça 7,5 millones de euros por el 50% de su pase), sino por no conseguir esa confianza y esa regularidad de la que había disfrutado la campaña anterior en el CA Osasuna. Con un Ayoze Pérez estelar por delante (esa inercia sigue vigente en el Villarreal CF), le tocó ser revulsivo y apenas descollar. Tanto es así que Jagoba Arrasate, el técnico que le hizo brillar como rojillo, lo reclamó para su nueva aventura en el RCD Mallorca. Y no fue el único: el Girona FC quería que fuese el sustituto de Savinho, su mentor Ramón Planes le hacía hueco en el Al-Ittihad saudí...
Desde un primer momento, Abdessamad Ezzalzouli comunicó a sus asesores que no estaba interesado en emigrar, sino en demostrar que la 24/25 sería la mejor temporada de su carrera. Así lo verbalizó en una entrevista y durante una fructífera charla con Manuel Pellegrini en la que ambos, con conocimiento del resto de responsables de la comisión deportiva, diseñaron un verano de reflexión y conjura. Menos vacaciones y más rodaje, pero donde el nuevo '10', que heredó también ese dorsal mágico del tinerfeño, se sintiera importante. De esta forma, el extremo lideró a Marruecos en los Juegos Olímpicos de París 2024, donde los 'Leones del Atlas' se colgaron el bronce, con dos tantos y tres asistencias. A la vuelta, como justo antes de la llamada de su seleccionador, a las órdenes del 'Ingeniero' para hacerse fuerte en el perfil izquierdo del ataque. Y, tras los primeros seis partidos oficiales, los resultados hablan por sí solos.
Ez Abde es el cuarto jugador de la plantilla (tercero de campo) con más minutos hasta la fecha (380'), sólo por detrás del indiscutible bajo palos Rui Silva, de Diego Llorente (por falta de efectivos y la lesión de Marc Bartra, ha reposado poco o nada) y de Romain Perraud (por las dudas que aún ofrece Ricardo Rodríguez como lateral zurdo). Con el anotado frente al CD Leganés para abrir la lata este viernes, el ex culé se consolida como el máximo anotador del Real Betis, con tres dianas, habiendo participado directamente en la mayoría de los otros cinco goles anotados por el equipo. Por ejemplo, disparó antes de que Juan Soriano despejara en corto y llegara Vitor Roque para remachar; y la puso desde la línea de fondo para que un medio del Kryvbas no despejara y marcara Aitor Ruibal. Está siendo el marroquí determinante, aunque sin escatimar un punto de sacrificio. Como muestra, ese nudo en la boca del estómago con el que terminó el último partido.