Pablo Torre está siendo víctima del contexto. El joven jugador del FC Barcelona ha pasado en unas pocas semanas de ser un fijo en los planes de Hansi Flick a verse prácticamente como la última opción del centro del campo. ¿Ha hecho algo mal? No. Simplemente está fuera de los planes del técnico por la enorme competencia que ha ido apareciendo con el avance de la temporada.
El jugador cántabro fue por momentos un recurso constante para el técnico alemán, quien llegó a darle tres titularidades consecutivas. Pablo respondió de manera excelente; tanto es así que el rato que tuvo en su última aparición, en LaLiga EA Sports contra el Sevilla FC, firmó dos goles. Exacto, su paso al ostracismo poco tiene que ver con su rendimiento sobre el verde.
Para ser exactos, el medio de 21 años acumula ahora cuatro partidos seguidos sin minutos, los correspondientes en liga al Clásico contra el Real Madrid y el derbi ante el RCD Espanyol, así como los disputados en la Champions League en casa ante el Bayern de Múnich y en Belgrado con el Estrella Roja. Todos acabaron con victoria... y con goleada.
La realidad es que explicar lo que ocurre con Pablo Torre es sencillo, y es que en un corto periodo de tiempo han vuelto a estar disponibles Dani Olmo, Frenkie de Jong, Gavi y Fermín, todos ellos al menos un paso por delante en la rotación del equipo. Además, a ello se une que Marc Casadó y Pedri están asentados en el once inicial. Más claro: Pablo Torre simplemente no tiene sitio en estos momentos.
Aunque la situación no pinta bien, la decisión del jugador es seguir en plantilla y aprovechar sus oportunidades. Está determinado a continuar en el Barça y además ha demostrado su capacidad para aportar cuando juegue. Quizás podría preocuparle que tal escenario frenase su progresión internacional, pero Santi Denia no ha dejado de convocarle con la Selección española sub-21. Y siguiendo con los puntos a favor para sentirse cómodo, tenemos que en todo momento ha sentido la confianza de Hansi Flick.
Conforme se acerque el mercado de traspasos de invierno irán apareciendo rumores sobre equipos interesados en contratarle. Eso es inevitable y Pablo Torre lo sabe; sin embargo, no piensa moverse de su actual posición salvo un giro brusco de los acontecimientos, como sería que desde el propio club le invitasen a salir. Quiere ser jugador del Barcelona y no renunciará a ello con facilidad.